¿Somos librepensantes o nos convertimos en aquello que los demás necesitan de nosotros? El sometimiento, el miedo y el automatismo bajo la lupa.
Cuarenta años después de su primer estreno, “Decir sí” brilla bajo la dirección de Santiago Lasarte, donde dos personajes trans dominan la escena con una propuesta vibrante, absurda y denunciante.
Este clásico teatral fue estrenado – por primera vez – en tiempos de dictadura militar, en 1981, en el marco del ciclo de obras cortas “Teatro Abierto”. Hoy, cuatro décadas más tarde, sigue siendo símbolo de protesta contra la manipulación y el abuso de poder.
La obra transcurre en una peluquería, que simboliza el lugar donde se desarrolla la relación entre los poderosos (la peluquera) y el pueblo (la indefensa clienta). Allí, ambas se enroscan en un absurdo vaivén.


Sucede una inversión de roles, la peluquera se niega a servir a su clienta y la manipula para que sea ella quien le corte el pelo. La trata con indiferencia y busca complicidad con el público para humillarla.
“La sumisión social es la misma y el abuso de poder también, solo que están enmascarados de democracia”, opina Lasarte defendiendo la idea de que el mundo no cambió desde aquel primer estreno de 1981, con texto de Griselda Gambaro.
En aquel entonces, la obra se presentaba con personajes masculinos en un rústico entorno varonil. “Mostraba un lugar de tortura muy peculiar, una peluquería, donde carecía la libertad y donde existía el sometimiento”, agrega el director.
EL ACTUAL SELLO LASARTE
La propuesta de Santiago Lasarte – interpretada por Emiliano Figueredo y Francisco Barral – está contada en clave trans y alardea un vestuario que se defiende libre de tendencias, claramente inspirado en la libertad; a cargo de Jo Vera.
“Trans de transgresión. No me sale otra cosa, yo estoy en clave trans y hago un teatro travesti. Tuvo mucha repercusión hacer estas transgresiones al texto y a algunos profesores no les cayó muy bien que destruya los géneros de los personajes”, revela el joven director.
Lasarte cuersa la Carrera Superior de Puesta en Escena en EMAD (Escuela Metropolitana de Arte Dramático) y tanto «Decir sí», como «La delación travesti» (otra de sus obras), fueron proyectos que salieron de ahí. “¡Ahora voy por más! Convoqué a tres grandes intérpretes de la cultura LGBTIQ+ para mi proyecto de tercer año de carrera”, advierte.

Otro gran acierto de “Decir sí” es el bien logrado ensamble entre iluminación y escenografía. Los personajes fluyen sobre un piso repugnante, lleno de pelos y materiales de peluquería, desparramados por todos lados; casi en penumbras.
La semioscuridad convierte a la escena en una lupa, desde la cual el espectador puede hacer zoom a los detalles – repugnantemente absurdos – de la silenciosa, dañina e inmensa manipulación social.
“Como artista, y persona, me afecta mucho este mundo y en mis obras manifiesto mi dolor y preocupación, para generar algún movimiento fuerte interno, sobre todo de reflexión”,
expresa Lasarte.
Los personajes bailan al ritmo de «La felicidad«, de Palito Ortega, como en el ’67; donde el objetivo era distraer, jibarizar y domesticar las mentes de un pueblo sometido por la Revolución Argentina, la dictadura cívico-militar, encabezada por Juan Carlos Onganía. Un gran guiño en la musicalización de la obra.
Hoy, Argentina vive en democracia. Una democracia cuestionada por Lasarte, que tiene la intención de llevar al público a reflexionar sobre una idea: debemos dejar de pensar en la libertad como algo ya adquirido.
Esa semilla de reflexión queda sembrada en los espectadores que, concluida la obra, se quedan debatiendo en el hall del teatro. “Lo compruebo función tras función, siento que la gente sale de la sala con una gran movilización interna. Mi tarea está complida con esta obra”, concluye Lasarte.
«Decir sí» tiene función todos los domingos de mayo y junio a las 20:30 hs, en El Grito Teatro (Costa Rica 5459, Palermo). Podés adquirir tus entradas en Alternativa Teatral.
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