Garnier Argentina recibió a Michelle Thew, Directora Ejecutiva de Cruelty Free International, en sus oficinas de Argentina. Así celebró dos años desde su aprobación en el programa Leaping Bunny y buscó ser fuente de inspiración para impulsar el consumo consciente. Minúscula estuvo presente para dialogar con Thew.
Michelle Thew es conocida por su enfoque dinámico, apasionado, innovador y decidido para poner fin a las pruebas con animales, y es una de las personas más respetadas y exitosas en el movimiento de protección animal. Hoy es la Directora Ejecutiva de Cruelty Free International, la principal organización que trabaja para acabar con los experimentos con animales en todo el mundo.
“Siempre era esa chica en el colegio que escribía cartas y organizaba campañas a favor del bienestar animal. A los 13 años me volví vegetariana y siempre fue algo que me apasionó”, recordó. Thew nació y creció en Inglaterra, estudió Psicología y trabajó durante mucho tiempo con niños, pero nunca menguó su pasión por la protección de los animales.
Su camino profesional en el proteccionismo comenzó haciendo rescate de primates en California, Estados Unidos, hasta que regresó a Londres con la oportunidad de liderar Cruelty Free International, en 1999. Desde entonces, ha supervisado la implementación de estrategias innovadoras en pos de crear un cambio positivo para los animales.

La invitación se dio en el marco de Garnier Green Beauty, el programa de sustentabilidad de la marca para reducir el impacto ambiental en cada etapa de su cadena de valor, con objetivos hacia el 2025.
Garnier fue aprobada oficialmente por Cruelty Free International en 2021, convirtiéndose en una de las marcas globales más grandes que han recibido la aprobación a través del programa Leaping Bunny. Por eso, en marzo recibió a la ejecutiva para celebrar los dos años desde su aprobación, y para inspirar el consumo consciente e impulsar a otras marcas de la industria a sumarse al programa.
El encuentro con periodistas especializadas en sustentabilidad y negocios tuvo lugar en las oficinas de L’Oréal y Thew se mostró muy entusiasmada por estar en Argentina para darle visibilidad a la causa y al programa.
“Si una marca con la escala de Garnier puede hacer esto, cualquiera lo puede lograr. Esto no se trata solo de lo que Garnier haga como marca, sino de que envíe señales a otras marcas y a los consumidores, de que el cambio es posible”, expresó Thew.
QUÉ IMPLICA LA APROBACIÓN LEAPING BUNNY
En el marco del encuentro, Thew compartió su punto de vista y detalló el proceso de evaluación al que se someten los productos para recibir la prestigiosa aprobación del programa.
“Leaping Bunny requiere una investigación rigurosa de toda la cadena de suministro, incluidas las materias primas e ingredientes individuales para descartar cualquier caso de experimentación con animales. La aprobación requiere la evaluación de todos los productos terminados de la marca”, explicó Thew.
Para Garnier, esta aprobación significó obtener declaraciones de más de 500 proveedores que suministran más de 2800 ingredientes diferentes de todo el mundo. Durante varios meses, la marca trabajó junto a Cruelty Free International para obtener estas pruebas y garantizar que cada producto dentro del portfolio global de Garnier pueda llevar oficialmente el logotipo de Cruelty Free International Leaping Bunny: la asociación universalmente reconocida contra el maltrato animal.

Mariana Petrina, Directora de Asuntos Corporativos, Relacionamiento y Sustentabilidad de L’Oréal Argentina destacó que el encuentro con Michelle y la información aportada resultaría relevante para la industria argentina, porque este programa le puede servir a cualquier marca. Por su parte, Thew agregó que desde la organización se le brinda apoyo tanto a las pequeñas empresas que recién están comenzando, como a las grandes marcas.
PRINCIPALES DESAFÍOS
El principal desafío que tiene la aprobación es recabar toda la información por parte de los proveedores, que es muy específica y estricta. Thew explicó: “Hace falta tener un compromiso muy fuerte para mantener este proceso, que quizás implique tomar decisiones comerciales complejas. Por ejemplo, no utilizar cierto ingrediente o reformular un producto. Generalmente se dan estas situaciones y lo importante en este sentido es mantener el compromiso”.
La renovación tiene dos etapas:
- Por un lado, se le pide a la marca que renueve las declaraciones que recibe de los proveedores todos los años.
- Por otro lado, se hace una auditoría independiente cada tres años. Esta implica un análisis específico por producto y de todas las cuestiones administrativas y de procesos que lleva a cabo la empresa.
«Conseguir la aprobación no es un hecho de una única vez, sino que es una alianza que cambia el modo de trabajar de las marcas. A partir de este acuerdo y una vez que se logra la aprobación, la marca debe continuar auditando todo su proceso de producción, incluyendo cada proveedor o ingrediente nuevo que incorpore a sus productos. Es decir, la marca debe saber que es un compromiso real y a largo plazo, debe comprender que se trata de un cambio en el modo de operar«, agregó Thew.
ACTIVISMO Y CONSUMO CONSCIENTE
Con más de 100 años de historia, Cruelty Free International está firmemente arraigada en el movimiento de justicia social. La organización cree que no hay justificación moral ni científica para utilizar animales en experimentos, y en las últimas décadas ha liderado campañas relevantes para crear un mundo en el que ningún animal sufra en un laboratorio.
La protagonista de esta nota es una mujer activista que logró enraizar su pasión en esta organización que ha hecho mucho por los animales, llamando la atención del público e inspirando a generaciones de políticos, responsables de la toma de decisiones y personas compasivas a marcar la diferencia en favor de los animales.

La organización trabaja para empoderar e involucrar a la ciudadanía y hoy su lucha histórica se potencia con el crecimiento del consumo consciente y la demanda por productos libres de crueldad.
Thew reconoce que se están sintiendo los cambios y que la motiva ser parte del movimiento que le está dando tanta luz al tema que más le preocupa. También reconoció que el camino del activismo puede tener momentos difíciles.
“Cuando uno tiene que ver, por ejemplo, filmaciones que se obtuvieron de forma oculta en laboratorios puede ser muy doloroso, pero hay que seguir adelante y estar convencidos de que podemos marcar la diferencia”,
Michelle Thew.
Asimismo, valoró la importancia de poner foco en la educación de los consumidores, principalmente en los siguientes aspectos:
- Identificar el sello Leaping Bunny: este representa el estándar de oro a nivel mundial.
- Entender la diferencia entre un producto vegano y un producto libre de crueldad y maltrato animal: un producto vegano es aquel que no contiene ingredientes de origen animal, ni derivados de éste, mientras que un producto libre de crueldad es aquel que no ha sido testado en animales, y si cuenta con el sello Leaping Bunny significará que tampoco han sido testeados sus ingredientes. Por lo cual, si a alguien le interesa saber qué contiene un producto y cómo fue testeado, deberá elegir un producto que cuente con ambas aprobaciones.

“Enseñamos a los consumidores a que hagan preguntas informadas, a que cuestionen, para que las marcas tomen la decisión correcta y hagan lo que tienen que hacer”, aseveró.
Muchos consumidores creen que el testeo en animales es algo del pasado, pero no es así. “La mala noticia es que los testeos en animales siguen existiendo, y la parte positiva es que hoy existen alternativas para los consumidores, que pueden elegir y nosotros podemos guiarlos en ese proceso”, destacó.
SOLUCIONES PARA ERRADICAR LOS TESTEOS EN ANIMALES
Thew explica que gracias a los avances científicos existen métodos más confiables y efectivos que la prueba en animales, y que además resultan más económicos y relevantes, porque sus resultados tienden a ser más certeros en cuanto a la seguridad para uso humano. “Ya no se trata de elegir entre ético o seguro, se pueden tener las dos cosas”, aseguró.

Petrina expuso el ejemplo del grupo L’Oréal, que creó la compañía Episkin para el desarrollo de una piel sintética con la que se testean todos sus productos, la cual se puso a disposición de la cosmética como parte del trabajo que hace la marca para colaborar con otras industrias.
PANORAMA EN AMÉRICA LATINA
De acuerdo con Thew, el mercado en América Latina está creciendo en cuanto a la cantidad de solicitudes para obtener la aprobación. Europa está en el primer lugar, Estados Unidos en segundo y América Latina se ubica en el tercer lugar.
En nuestra región, además de haber aumentado el interés se ha cobrado un rol más activo en el ámbito internacional, a nivel legislativo y en las acciones ante la ONU. Algunos países como México o Guatemala ya tienen su propia legislación, pero no es el caso de Argentina, donde se presentó un proyecto en el 2015 que no tuvo avances.
CINCO LOGROS DESTACADOS DE CRUELTY FREE INTERNATIONAL
- La prohibición de los testeos en animales en la Unión Europea, seguida por prohibiciones en otros países o sectores.
- Ocho millones de firmas recabadas para presentar ante la ONU.
- Más de 1000 marcas en el mundo cuentan con sello Leaping Bunny.
- El desarrollo científico de otros métodos que no involucran el uso de animales y están siendo aceptados por los entes reguladores.
- La visibilidad de la causa a lo largo de los años.
Thew explica que el testeo en animales es una práctica oculta, a puertas cerradas, por eso darle visibilidad al testeo y al sufrimiento animal es un gran logro para la organización. “Poder ser la voz de los animales es muy importante y también ver el cambio que se ha dado en la industria cosmética”, destaca.
QUÉ TIPOS DE TESTEOS EN ANIMALES SE ESTÁN REALIZANDO HOY EN EL MUNDO
De acuerdo con datos de Cruelty Free International, se estima que en el 2015 se utilizaron 192,1 millones de animales con fines científicos en todo el mundo. A continuación, se mencionan algunos ejemplos de los tipos de pruebas y testeos que se realizan hoy con animales.
Investigación básica. La investigación biológica básica constituye el uso más común de animales en experimentos en todo el mundo. Estos experimentos están diseñados para responder a preguntas científicas que los investigadores con animales especulan que podrían ser útiles desde el punto de vista médico en el futuro.
Animales modificados genéticamente. El uso de animales modificados genéticamente (MG) ha sido una tendencia creciente en los últimos 30 años y, aunque es difícil determinar su magnitud, de acuerdo con la organización es responsable del aumento anual del número de animales en todo el mundo.
Pruebas reglamentarias. Los ensayos reglamentarios son pruebas estandarizadas diseñadas para comprobar si los medicamentos, productos químicos (incluidas pinturas, tintes, tintas, productos petrolíferos, disolventes, alquitranes y materiales de desecho), pesticidas, biocidas, aditivos alimentarios, cosméticos y otros productos son seguros para su uso y si cumplen su función con eficacia.

En estos experimentos, se obliga a los animales a ingerir o inhalar sustancias, o se les frotan en la piel o se les inyectan en el cuerpo. A continuación, los animales son sometidos a más controles y pruebas antes de casi siempre ser sacrificados, para que los investigadores puedan examinar los efectos en sus tejidos y órganos.
En este contexto es que Cruelty Free International está trabajando para que los organismos reguladores eliminen de la legislación y las directrices las pruebas que ya no son necesarias y adopten métodos sin animales que han demostrado ser seguros y eficaces. Thew aprovechó la ocasión para destacar el rol de los medios de comunicación en darle visibilidad a la práctica de la prueba en animales, que es oculta pero sigue siendo una realidad: “Todos estos son pasos pequeños que se van dando hasta que llegue el día en que las pruebas en animales pasen a ser historia”, reflexionó.
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