Aquellas que tienen más de 50 años fueron irrumpidas por la explosión de la última ola del feminismo ya en la edad adulta ¿Qué opinan de aquellas que luchan por sus derechos? ¿Se involucran mujeres de 50, 60, 70 años? ¿De qué manera?
Por Érica Gatica y Diego Pacheco
En los últimos años hemos visto a millones de mujeres movilizarse por una causa: sus derechos. Adolescentes, jóvenes adultas y hasta niñas son parte de la revolución pero, una gran porción de la población femenina argentina ha sido criada en una sociedad diferente.
“Yo me crié en una sociedad patriarcal. A mí, el feminismo me cambió la cabeza”, cuenta Cristina, una docente jubilada de cincuenta y ocho años que vive en el Gran Buenos Aires y actualmente es empleada en una PyME.
La ex docente reconoce que creció en una sociedad con mandatos, entre otros, donde el hombre se podía vestir como quería y tenía derecho a trabajar, mientras que la mujer no. Dichos mandatos “han costado erradicar, pero gracias a estos movimientos culturales, políticos y sociales, se está logrando”.
Casi llegando a los sesenta años, y a favor de las batallas feministas, Cristina amplía el mapa de terrenos a conquistar y echa luz sobre un sector de mujeres: las jubiladas que necesitan ingresos extra para poder vivir.
Para ellas es difícil, ya que en la Argentina se estima que solo unas 2 de cada 10 ofertas de empleo incluyen a personas de más de 45 años, mientras que cientos de miles de mujeres, en esa franja etaria, están buscando reinsertarse en el mercado laboral. Entre ellas, jubiladas, viudas y separadas.
Silvina, de 53 años, reflexiona: “se lograron muchas cosas, pero aún no hay igualdad de derechos”, dando cuenta del camino que queda por recorrer. Sus ingresos percibidos al día de hoy son como empleada, pero vislumbra incertidumbre para sostenerse económicamente cuando los años avancen. Por otro lado, remarca: «está bueno que la mujer de ahora luche por sus derechos y no tenga miedo como las mujeres de antes”. Los derechos y los miedos son palabras inherentes a todo debate con perspectiva de género.
Es de destacar que algunas de las mujeres que aportaron su opinión lo hacen hablando en tercera persona, como Silvina, como si ellas no formaran parte de ningún movimiento, como si no llegara la inclusión a todas las mujeres de 50, 60, 70 u 80 años. ¿Acaso estamos en deuda como sociedad?
Es cierto, siempre hay muchas brechas, de hecho dos de nuestras entrevistadas, Perla (71) y Carmina (65), fueron muy sinceras, y se limitaron a responder: “No tengo la suficiente información ni conocimiento para decirte lo que pienso”. Lo que nos hace plantearnos: ¿cómo las involucramos? ¿Las involucramos? La información quizás no esté al alcance de todas, lo que hace que no puedan alzar su voz, teniendo todo el derecho de hacerlo. El acceso a reflexionar, a ser libre en la expresión y a mirar con lentes feministas a su alrededor, esta cuestión no debería saber de sesgos.
Así como el mercado laboral se encuentra acotado para nuestras mujeres nacidas entre los años ‘50 y ‘70, los espacios educativos no siempre fueron de acceso libre para ellas; provocando mayor desigualdad de oportunidades.
Involucrarse con el aporte feminista en nuestra epoca, se revela en el día a día, Marcela, de 65 años, confiesa: “Noto cambios en mí, ya no acepto que se me menosprecie sólo por ser mujer, me doy cuenta lo agresivo que puede ser un piropo, tampoco acepto que la opinión de las mujeres no sea tenida en cuenta. Hoy lo reflexiono, antes era habitual que eso sucediera, ya no acepto ni quiero ese tipo de cosas”. Si bien no acuerda con cierta radicalidad en determinados movimientos feministas, logra un cambio en su visión, siendo un gran ejemplo de transformación.
Las palabras de Cristina, Silvina, Marcela, Perla y Carmina, nos dicen mucho. Nos abren el camino a reflexionar si la juventud está en falta con nuestras antecesoras, si nuestros modos no son los que ellas hubieran elegido, si la sociedad les habilita un lugar de expresión, si ellas reconocen la opresión y la libertad, los límites y los cambios, si la información se encuentra al alcance.
Si nuestra población femenina de más de 50 años puede notar y generar un pequeño cambio en su cotidianeidad, algo estamos haciendo bien, la revolución continúa.
SÍ TENÉS +50 Y ESTÁS LEYENDO ESTO, QUEREMOS QUE SEPAS QUE:
-Es dificil mirar hacia atrás y darte cuenta de sucesos donde fuiste menospreciada por ser mujer.
-Se vulneraron tantas veces tus derechos que necesitamos seguir avanzando y sos parte crucial del cambio.
-No tenés que aguantar “como las mujeres de antes”, sos una mujer de ahora vos también y sos libre de acción.
–Tu modo de ver el feminismo puede cambiar, sentite libre de reflexionar sobre tu alrededor las veces que creas necesario.
–No hace falta pertenecer a algún movimiento para generar cambios, tu lugar en el mundo también es individual y lo podés volver a construir.
-Si alguna vez fuiste “la exagerada”, “la histérica”, la que “no puede opinar por no aportar dinero en el hogar”, “la put*”; estamos trabajando para deconstruirnos como sociedad y frenar estas visiones invalidantes, eso es el feminismo.
Esta fecha nos reúne como mujeres, desde el compartir, el apoyo mutuo, el codo a codo, con aquellas cosas que perdimos, pero seguiremos ganando. Seamos cómplices en esta partida.
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