El músico chileno Nico Canales acaba de presentar “Invencibles”, el primer single de “El Extranjero”, trabajo que marcará su debut como solista. El disco producido por Edu Schmidt fue mezclado y masterizado por Álvaro Villagra en el estudio “El Abasto” en Buenos Aires.
A días del lanzamiento de “Invencibles” – primer adelanto del disco – charlamos con Nico Canales que, desde Francia, nos contó todos los secretos detrás de “El extranjero” antes de su publicación en plataformas y formato físico que tendrá lugar en el mes de octubre.
LOS SONIDOS DEL HOGAR: ENTRE JOSÉ LUIS PERALES, MICHAEL JACKSON Y GARDEL
La primera referencia musical que el pequeño Nicolás tuvo llegó de la mano de su padre, un fanático del Tango – que lo cantaba muy bien – y tenía una importante colección de discos de artistas como Gardel, Di Angelis y Pugliese. En aquella casa de Santiago de Chile donde creció, además del tango por parte de padre, aprendió a escuchar géneros románticos del estilo de José Luis Perales por parte de madre y para completar esta mezcla heterogénea de gustos musicales llegó su hermano con el fanatismo por Michael Jackson.
Toda esa influencia familiar lo llevó, como era de esperarse, a interesarse por la música y a escuchar lo que cayera en sus manos. A sus 10 años llegó el encuentro con artistas como Oasis, The Beatles, Bob Dylan y David Bowie.

“El primer disco que me compré fue ‘(What’s the story) Morning Glory’ de Oasis y el segundo ‘Let it be’. Descubrí que esos grupos hacían sus propias canciones y eso me llevó a interesarme por la composición y soñar con ser una estrella de rock”, expresó el músico y compositor.
LAS PRIMERAS CANCIONES Y EL SUEÑO DEL DISCO PROPIO
Dicen que de chicos jugamos a eso que queremos ser cuando seamos grandes. Haber crecido rodeado de música y canciones aportó el estímulo necesario para que los primeros juegos de infancia del futuro compositor tuvieran que ver con la escritura de canciones y melodías vocalizadas.
“A los 10 años imaginaba títulos de canciones en inglés y hacía melodías vocalizando, porque no tocaba ningún instrumento. En ese momento soñaba tener un disco con mi nombre y hasta fabricaba carátulas de mis discos imaginarios”,
Canales.
Para cuando cumplió 13 años, la variedad de grupos y solistas que habitaban su universo musical se amplió. Empezó a escuchar a Charly García, Fito Páez, Los Prisioneros y Los Tres. Estos artistas despertaron sus ganas de escribir canciones en español: “Ellos me mostraron que era posible hacer rock en mi idioma”, explicó.
– Antes de meternos de lleno en tu presente musical me gustaría que me cuentes cómo fue tu paso por la escena underground chilena en los 2000.
– En Chile yo vivía en Plaza Italia (rebautizada como Plaza Dignidad por los manifestantes de la revuelta de 2019). Es un sector urbano que divide la ciudad en dos y hay muchos bares, todo muy bohemio. Durante el 2000, en el barrio se desarrolla una movida independiente importante donde aparecieron músicos como Javiera Mena, Gepe, Teleradio Donoso, entre otros. En ese contexto formamos con unos amigos una banda que se llamaba Los Huaipes. La banda mezclaba el rock stone con otros estilos como el ska, el reggae y el hip hop. Hicimos conciertos y grabamos un demo que se difundió bastante, pero no nos dió para grabar un disco. Fue una linda experiencia participar de esa movida, aunque la falta de perspectivas nos llevó a separarnos el 2008.
– ¿Cómo nace el proyecto «El extranjero»?
– Nació durante el primer confinamiento aquí en París. Me puse a componer después de muchos años para salir del aburrimiento. Por esos días vi un anuncio de Edu Schmidt que proponía hacer su taller «Cocina de Canciones» a distancia. Yo lo seguía desde Árbol y soy muy fan de su música como solista.
Durante 4 o 5 meses hicimos encuentros a distancia. Un día le mostré una canción que se llama «Cuídame» – tercer sencillo del disco – y me dijo que era perfecta y que él la grabaría si tuviera una canción así. Después de esa reunión me puse a pensar que podía grabar esas canciones y hacer un disco. Dos meses después de haber terminado los encuentros con Edu le mandé un montón de canciones ya terminadas y le pregunté si le gustaría producirlas y cómo se podría grabar un disco a distancia. Él aceptó y ahí comenzó la aventura.

– ¿Cuál fue el mayor desafío que la grabación remota de los temas te presentó?
– Creo que el mayor desafío era lograr terminar la grabación y que sonara bien. Eso implicaba superar varios obstáculos. El primero era coordinar los tiempos por la diferencia horaria (hay 6 horas de diferencia entre París y Buenos Aires). Por otro lado, tenÍamos que trabajar de manera asincrónica. Tradicionalmente cuando grabas un disco, el productor está presente en el estudio con los músicos. Eso nos atrasó y nos obligó a encontrar soluciones técnicas creativas para arreglar cada problema, como por ejemplo crear una ficha técnica virtual.
– ¿Cómo fue la experiencia de trabajo junto a Edu Schmidt?
– Fue un gran aprendizaje. Edu es uno de los mejores compositores y productores que tiene la Argentina, aunque no venda discos. Todo músico debería escuchar sus discos para aprender cómo se hace una canción. Como productor es lo más cercano a lo que hace Bielsa en el fútbol. Puede tomar a un amateur y hacerlo sonar como un artista consagrado. Él sacó lo mejor de mí y me ayudó a desarrollar una identidad artística. No es por nada que ha producido tantos discos de artistas desconocidos que después se volvieron éxito. Él me enseñó que podía sacar adelante una grabación con pocos recursos y sin transar las convicciones.

– Contanos acerca de los músicos que te acompañan en estas canciones, ¿cómo fue la experiencia de trabajar en conjunto?
– Edu amablemente hizo las gestiones para que tocarán músicos de su banda, Los Enroscaos, e invitó a otros músicos geniales como Dizzi Espeche, Marian Pellegrino y Ramiro Sagasti del grupo Pérez. Por mi parte, yo invité a músicos franceses y chilenos que viven en París.
En general el proceso era simple. Pedíamos a cada músico grabar tomas desde su casa sobre una base ya definida. Sin embargo, la distancia siempre ponía problemas. A veces las tomas no estaban bien microfoneadas o las mandaban en otra frecuencia y no las podíamos utilizar. Eran problemas que no podíamos solucionar a distancia y que nos obligaron a regrabar mucho material o a descartar otro. Pero en general la experiencia fue genial, aunque nuestra relación fue puramente virtual.
CUATRO SINGLES PARA ESPERAR UN DISCO
De las seis canciones que componen el mixtape, cuatro fueron seleccionadas para ser lanzadas antes del 28 de octubre como adelantos de lo que será «El extranjero».
Sobre este modo de presentar las canciones, el autor explicó que el modo en que se consume música actualmente fue determinante: “La gente no escucha discos enteros y si lo hacen, difícilmente lo hacen por más de 15 minutos. Por eso decidimos sacar de a uno los cuatros temas que reflejan la diversidad del disco”.
- “Invencibles”, el primer sencillo, es una canción pop con guitarras que parece tener una letra naif pero está inspirada en la historia de dos adolescentes que luchan y escapan al toque de queda para poder verse en pleno confinamiento.
- «Una Ola», -el segundo corte que será lanzado en agosto-, cuenta con la participación de Ramiro Sagasti de Pérez y en palabras de su autor: es una bomba indie con un sonido más The Cure o Bowie.
- «Cuídame», el tercer adelanto, – que estará disponible en septiembre – es la balada del disco y, según contó su autor, es la favorita de todo el mundo, Edu incluido. Musicalmente está entre Drexler y los Beatles del Magical Mystery Tour.
- El 28 de octubre, llegará «Nada Que Perder», último single de “El extranjero”. La canción más punkie del mixtape. “Tiene reminiscencias a Los Prisioneros, Attaque 77, incluso a Árbol. La letra es una especie de arenga para mis compatriotas chilenos que han sufrido con el estallido social de 2019 y ahora con la pandemia”, explicó su autor.
– Por último, me gustaría que nos cuentes alguna anécdota, un recuerdo que te vayas a guardar siempre de esta experiencia de grabación de tu primer trabajo solista.
– Más allá del aprendizaje que significa grabar un disco, hay muchas imágenes inolvidables. Mi recuerdo preferido son las sesiones con Edu enseñándome algo de composición o producción. Al fin y al cabo, la pandemia me permitió trabajar con uno de mis héroes musicales. Parafraseando a Camus, descubrí en las profundidades del invierno un verano invencible. Fue una actividad que me permitió divertirme y distraerme en un momento de crisis e incertidumbre.