En 1981 Adolfo Aristaráin estrenó una de las películas más emblemáticas de nuestro cine, “Tiempo de revancha”, protagonizada por Federico Luppi, Julio de Grazia y Ulises Dumont. A 41 años de su estreno y en la semana del Día del Cine Nacional, desde Minúscula los invitamos a (re)descubrir la historia detrás de una película que, en los tiempos de la última dictadura cívico militar, enfrentó a la censura ya desde un poster que proclamaba «Un hombre honesto es hoy, algo muy peligroso».
UNA BUENA HISTORIA
En 1980 Adolfo Aristaráin había estrenado “La discoteca del amor”, una película musical producida por Aries Cinematográfica Argentina, que es otra forma de decir Héctor Olivera, Fernando Ayala y compañía. La película fue un éxito para la época y, por consiguiente, la productora le ofreció al director hacerse cargo de lo que sería la quinta entrega de estos films popularmente conocidos como “La saga del amor”. Aristaráin, que ya venía de hacer una película anterior con esta temática, hizo una contrapropuesta a su productor.
“Yo tengo esta historia, que es la que me gustaría hacer”, dijo y le entregó a Olivera lo que sería el primer guión de “Tiempo de Revancha”, escrito durante la filmación de “La discoteca del amor”.

Sobre este episodio en una entrevista del año 2004 – incluida en la versión en DVD del film -, Olivera dice: “Me acuerdo perfectamente que leímos los tres socios de Aries la síntesis que presentaste de Tiempo de Revancha y los tres coincidimos con que ahí había una película muy buena, y no nos equivocamos”.
Espacio de ayuda al centennial: en “Tiempo de Revancha”, Pedro Bengoa (Federico Luppi) es un ex activista sindical que previa “limpieza” de su pasado consigue trabajo como dinamitero en unas minas de granito explotadas por la multinacional Tulsaco. En este nuevo destino se reencuentra con un compañero del pasado que le propone simular un accidente y hacerse pasar por mudo para demandar a la empresa y exigir una indemnización. Accidentalmente, Di Toro (Ulises Dumont) muere en medio de una explosión y será Pedro quien ocupe su lugar en el plan llevando la demanda contra la multinacional hasta las últimas consecuencias.
LA ESCRITURA DEL GUIÓN
En numerosas ocasiones le han preguntado al director cómo es el proceso de escritura de sus historias. “No hay un proceso para escribir. Las historias aparecen de repente por algo que oís, algo que te cuentan, pero nunca sabés exactamente cómo”, manifestó en una entrevista en el año 2017.
“Me acuerdo de haber escrito la historia con muchísima bronca y prácticamente sin cuidarme. Yo me tiraba contra el sistema, no eran solo los milicos, ellos eran simplemente ejecutores de un plan económico que nos llevó a la ruina. Yo lo que atacaba era el sistema capitalista. Pensaba que era sutil y después viéndola me di cuenta de que no lo era, era muy dura”,
explicó Aristaráin explicó en una entrevista del año 2014 para el ciclo “Vidas de película”.

Héctor Olivera: Empezamos a filmarla en el ‘81 que era pleno proceso militar y la película “tenía lo suyo” para la gran gran censura que teníamos que si yo no recuerdo mal hubo un periodista que dijo algo así como que no dejan pasar los pechos de Isabel Sarli y sí dejan pasar una película como Tiempo de Revancha
Adolfo Aristarain: Me acuerdo perfectamente. Fue la editorial de la Revista Somos que era de Alfredo Serra decía “Qué pasa con la censura que ve el mosquito de los escotes y deja pasar el elefante de la ideología”
Héctor Olivera: El problema que tuvimos fue la prohibición de Luppi. Tuvimos que postergar el arranque de la película tres veces. El que anduvo más en eso fue Fernando Ayala, que era el más diplomático, yo tenía la cruz sobre mis espaldas de “La patagonia rebelde” y otra mucho más grave para ellos que fue “Las venganzas del Beto Sánchez”
“La hicimos sin saber qué iba a pasar. La película se estrenó y tuvo una crítica excepcionalmente buena, pero para mí lo más importante es que reabrió el cine argentino al mundo. En esa época las películas que salían de acá eran las películas de la dictadura militar. ‘Tiempo de revancha’ tuvo la gran virtud de romper ese hielo. Fue a siete festivales. Ganó muchísimos premios”, repasó Olivera en diálogo con Aristaráin durante la entrevista que acompaña a la edición en DVD del film.
¿ES «TIEMPO DE REVANCHA» UNA ALEGORÍA DE LA DICTADURA?
“Siempre se dijo que ‘Tiempo de Revancha’ era una alegoría de lo que estaba pasando con la dictadura y yo dije que no lo es. Que funcione como alegoría es al margen, puede ser. Yo lo que hago es seguir a los personajes, me meto en su piel”, contó Aristaráin en una entrevista en México en 2016.

UN FINAL IMPACTANTE (SPOILER ALERT)
En la mencionada entrevista en México, el realizador reveló que la película tenía dos finales posibles. “En uno el personaje de Luppi, que estaba totalmente loco, se ponía en pelotas en un basural, hablando solo porque así sabía que no lo grababan, pero estaba totalmente loco. El otro final es el del corte de lengua que es un suicidio. Cortarse la lengua sin haberle avisado a nadie es un suicidio, te desangrás en 20 minutos. Así que llegué al corte de lengua. No tenía dudas de que iba a impactar al público. El final era lógico. Aparte era muy gracioso porque hay un solo fotograma del corte de la lengua, parece más, pero es un fotograma. La gente lo ve y parece que lo ves que se cortó la lengua. Es un solo fotograma. Es genial”, contó.