Acaban de tirar el cadáver del padre al agua y sus vidas deben seguir como si nada hubiera pasado. Una madre y su hija adolescente viven a orillas del arroyo, en una sección del Delta del Tigre. Ambas construyen un pacto de silencio por miedo a no ser comprendidas por la sociedad.
La obra que encarna esta historia, interpretada a sangre hervida por María Lía Bagnolia, Camila Cahn y Sergio Zanardi, nos invita a subir a un pequeño muelle, aquel que está montado en escena y en donde transcurre el relato. Allí, nos enfrenta a nosotros mismos y a nuestros valores, navegando entre la dureza de la violencia de género e intrafamiliar.

“Es una gran responsabilidad tocar un tema tan actual y oscuro. Hay que ser muy cuidadosos en las palabras y en las formas, por respeto a las víctimas de este tipo de problemáticas”, reconoce Camila Cahn, quien interpreta a Inés (la hija de la historia).
En el último cuatrimestre de 2021, según un reciente informe de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), hubo más de 2.500 consultas (un 20% más de lo habitual) y la mayoría son provenientes de mujeres. Esto no asegura con exactitud que haya más casos, pero sí devela que hay menos temor a la hora de denunciar.
En “Animal de Río”, Matilde e Inés intentan encubrir su crimen y seguir viviendo con normalidad luego de haber puesto piedras en la ropa del padre para que su cuerpo se hundiera en las profundidades. Así como también se hundió la integridad de aquella hija, luego de haber sido abusada por él. Pero las consecuencias de la justicia por mano propia empiezan a carcomerles la paz.

“Animal de Río” vocifera un puñado de problemáticas sociales que giran en torno a la violencia de género y los prejuicios hacia el rol de la mujer, navegando por el abuso sexual, la muerte y los miedos. “Como equipo tomamos la posta de investigar, llenarnos de mundo ficticio y real, para poder reflejar la historia de ‘Animal de Río’ con la mayor verdad posible”, agrega Camila.
Con una trama cruda y difícil, “Animal de Río” está guiada a la perfección por la descarnada actuación de María Lía Bagnolia (madre) y la impecable simpleza de Camila Cahn. Ambas dominan la escena desde un guión que desnuda los miedos y las descarnadas realidades de miles de mujeres.
Aún así, Camila destaca que “Animal de Río” puede llegar a ser una pieza artística que concientice sobre las problemáticas de género, pero que también se trata un proyecto que “va por un lado más poético”, por lo que considera que “quedan fragmentos implícitos de la historia, a rellenar por el público”.

La dramaturgia, como también la dirección, son obra de Guadalupe Fernández Peña; y no es un dato menor destacar que este maravilloso guión fue premiado por el Teatro Nacional Cervantes, con una mención especial, en el marco del Concurso Nuestro Teatro 2020.
Para aquel espectador sensible a los detalles, “Animal de Río” expone también la existencia de aquel refugio emocional que todos tenemos cuando vivimos junto a alguien que nos ama. “La fuerza del vínculo madre-hija, la fuerza del vínculo entre mujeres. La hija se vuelve madre de su madre en muchos momentos de la historia. Ambas están al cuidado de la otra, siempre”, explica Camila.
El miedo a no ser comprendidas por la sociedad reducen la vida de las protagonistas a un pequeño muelle, donde transcurre toda la obra. Entonces, no podemos dejar de destacar las justas decisiones escenográficas que ilustran deliciosamente aquel contexto. La responsable de esto es Laura Cardoso quien, a través de un puñado de elementos, nos ofrece una experiencia íntimamente minimalista, pero inmensa e infinita.
“Animal de Río” hace referencia a todos los seres que tienen libertad bajo el agua, que pueden moverse en lo profundo sin que nadie los juzgue en tierra firme. El padre de esta familia era uno de ellos, cometió el ilícito ante los ojos de nadie.
“Arriba del bote, no se preocupaba por si lo veían, porque nadie miraba. Estaban los animales de río, pero solo les quedaba callar”,
agrega Camila sobre los simbolismos de la obra.
Esta obra convierte al público en parte funcional de la atmósfera. Los actores, a lo largo de la presentación, comienzan a ser abrazados por los ojos vidriosos y las respiraciones angustiosas que devuelven los espectadores en respuesta a un trabajo bien hecho. “Animal de Río” es teatro independiente de carácter denunciante y aleccionador.
Ya están concluyendo una exitosa segunda temporada, que se presentó todos los todos los domingos a las 19 en el Teatro Polonia (Fitz Roy 1477, Palermo) y se despiden este 24 de abril. Podés conseguir las entradas haciendo click acá.
Excelente reseña de lo que es ésta obra que invita ya mismo a ver. Un tema muy sensible y actual. Bravo!
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