OPINIÓN

«Los Cazadores del Arca Perdida», el sueño compartido de Lucas y Spielberg

En 1977 dos amigos se reunieron en Hawai, hablaron de la vida y sus proyectos, como hacen los amigos, hasta acá nada extraordinario. Pero resulta que ellos dos son cineastas y no va que uno le dice al otro «quiero hacer una película que me lleve por el mundo. Una de acción y aventuras, como las que veíamos de chicos» y el otro le contesta «mirá vos, yo tengo una idea para ese tipo de historia que no estoy pudiendo filmar pero si vos queres filmarla yo te la produzco».

Si hacemos el corte acá la historia podría quedar en un «veremos», como tantos planes que hacemos entre amigos, pero estos amigos le dieron para adelante y en 1981 estrenaron su película. Una que seguro enganchaste de casualidad haciendo zapping un “sábado de súper acción”. 

La película fue tan genial que estos amigos siguieron trabajando juntos y por eso a 40 años de su estreno, vas a conocer su historia. Ah, cierto, me faltan los nombres de los amigos, capáz te suenan: George Lucas y un tal Steven Spielberg estrenaron «Los Cazadores del Arca Perdida», la película que hizo que todos quisiéramos dedicarnos – por un rato al menos – a la arqueología.


Una película internacional

“Quiero hacer una película que me lleve a recorrer el mundo”, dijo Steven Spielberg a su amigo George Lucas cuando estuvieron de viaje en Hawai en 1977. Yo no estuve ahí pero lo sé porque Steven lo contó en el documental que acompaña la edición DVD de “Los Cazadores del Arca Perdida” (así es el título original de la película estrenada en 1981, “Indiana Jones” llegó al título cuando la película se convirtió en éxito y franquicia).

En esa entrevista documental de 2008, cuando se estaba por estrenar la cuarta entrega de la franquicia, el director de Tiburón y E.T contó que se había propuesto realizar una película internacional con acción, persecuciones y grandes secuencias que incluyeran la música del compositor John Williams

Tenía el plan, pero no sabía cómo hacerlo hasta que George (Lucas) mencionó su idea de Indiana Jones”, explicó el director.

Según cuenta el propio George Lucas, la idea de Indiana Jones se le ocurrió mientras filmaba “La Guerra de las Galaxias” y, por más loco que parezca, su primer pensamiento fue que él no podría filmarla porque ya estaba haciendo una película de acción y aventuras. Entonces, para cumplir con su deseo de ver esta película realizada, se la pasaba buscando a alguien para que la  hiciera por él.


Dirigida por Spielberg y producida por Lucas, ¿qué podría salir mal?

Con el diario del lunes, a cuatro décadas del estreno y con una quinta entrega filmándose mientras escribo, es fácil decir que la película tenía todo para ser un éxito. Spielberg y George Lucas son infalibles pero, cuando lo llevamos al llano y dejamos de lado los roles de productor y director, tenemos a dos amigos trabajando juntos y eso, si las cosas no están muy claras, puede resultar una tarea imposible. 

Sobre la experiencia de trabajar con su amigo, Lucas afirmó que aunque en general no le gusta trabajar con amigos porque lo considera “una forma de arruinar la amistad”, su parecido con Spielberg en cuanto al cine que querían y los modos de trabajar facilitaron la tarea del proyecto conjunto. 

“Los Cazadores del Arca Perdida era una idea muy sólida. La base era la acción y la aventura y el suspenso, la búsqueda de un objeto sobrenatural; el personaje de Indiana Jones, un arqueólogo caído en desgracia que vivía metido en aprietos”, explica George Lucas mirando a cámara en el documental “Los Cazadores del Arca Perdida: una introducción”.


El guión

Una vez que la película tuvo una base sólida y un protagonista definido llegó la hora de sentarse y escribir todo lo que comprende el guión de una película. La historia, los escenarios, los detalles de todo lo que le va a pasar a Indiana durante su aventura y para esto la dupla Lucas-Spielberg sumó a un tercer mosquetero, el guionista Larry Kasdan.

“Lo que surgió de la máquina de escribir de Larry Kasdan, fue una visión mejorada de la película que planeamos. En los tres o cuatro días de reuniones que tuvimos  con George y Larry fue donde la película cobró vida”, relató Spielberg.


¿Quién es Indiana Jones? 

Probablemente ya tengas en mente un nombre del actor “que dijo no” al proyecto. Hay cientos de notas al respecto y como a la hora de escribir contamos con el archivo que trae la palabra de los protagonistas y principales involucrados en la búsqueda del profesor Jones, vamos directamente a leer lo que tienen para decirnos a cuatro décadas del estreno 

– Steven Spielberg: Me resultaba inconcebible que no podamos encontrar al actor ideal para Indiana Jones, aún no pensábamos en Harrison Ford, barajamos varias posibilidades; en un momento iba a ser Tom Selleck, pero no pudo ser porque lo eligieron para protagonizar “Magnum”. Yo acababa de ver “El imperio contraataca” y le dije a George: «Ahí está Indiana Jones, Han Solo, ¿por qué no él?”

George Lucas: No. Tengo bastante con que Harrison sea Han Solo, no quiero; lo identifican con Han Solo, dejémoslo así.    

– Steven Spielberg: Sí, pero él es actor y los actores representan cientos de personajes distintos. Él sería un estupendo Indiana Jones. Así empezó el proceso con Harrison.

Aunque Indiana Jones es ya una franquicia de cuatro películas estrenadas y una quinta en proceso, no voy a obviar el dato de cómo surgió el nombre de «Indiana» y aunque al final de «La última cruzada» los propios personajes lo explican, siempre hay alguien que no sabe que Indiana es el nombre del perro de George Lucas.


Adaptarse al presupuesto: el desafío personal de Steven Spielberg

Steven Spielberg no era precisamente el director que más se adaptara a los planes de rodaje hasta el momento de filmar “Los Cazadores del Arca Perdida”. Era más bien lo que podríamos catalogar como un director caprichoso acostumbrado a cambiar las condiciones del rodaje a gusto. A las pruebas me remito, el rodaje de “Tiburón” se atrasó cien días y el costo final de la película fue de casi el triple de su presupuesto original.

“Esta película fue mi oportunidad de probarme a mí mismo que podía hacer un film económicamente responsable respetando el presupuesto y el plazo. George Lucas es un productor fabuloso y me aconsejó para que pueda hacerlo”, contó Spielberg.

Acorde con el pensamiento de su amigo Steven, en el imaginario de George Lucas, esta película “iba a ser de bajo presupuesto” y es que ninguno de los dos planeaba hacer un éxito ni mucho menos filmar un clásico del cine moderno. En palabras del director “querían filmar ateniéndose al presupuesto”; objetivo que lograron cumplir porque la filmación no se excedió ni un solo día, de los 85 días planeados para rodar sobraron dos semanas.


Problemas en el paraíso: ¿por qué no filmé eso?

Habiéndose ajustado al presupuesto y aún más terminado de rodar dos semanas antes de lo esperado, el director de “1941” sentía que la lección estaba aprendida pero los inconvenientes llegaron justamente por el tiempo que sobró. En un rodaje habitualmente no sobra nada y si algo llega a sobrar no es tiempo de rodaje porque a la hora de editar y más aún en 1981 una toma de más podía ser la diferencia entre una rápida resolución de un problema o una catástrofe de proporciones inimaginables. Esta lección también la aprendió Spielberg a la hora de editar. “Como filmé pocas tomas en la sala de edición protestaba: ‘Debí filmar eso’”, contó el realizador sobre las situaciones que vivió cuando el rodaje terminó y comenzó la edición.


Efectos especiales nunca vistos

No se puede hablar de esta película y no detenerse a explicar que hace 40 años la industria de los efectos especiales no tenía el desarrollo actual. Había literalmente que crear efectos que permitieran mostrar lo que salió de la imaginación del trío Spielberg – Lucas – Kasdan. 

¿Cómo llevar a la pantalla la secuencia de 45″ donde la cara del más reconocido de los villanos se derrite? Según el relato de Spielberg, que no tenía idea de cómo lo iban a hacer, su único aporte a ILM – desarrolladora de efectos especiales – fue  filmar a los actores en distintas posiciones y hacerlos gritar. 

«A partir de eso ellos debían crear un efecto apropiado y quedé maravillado sobre todo por la cabeza que se derrite, pocas veces vi un efecto más asombroso. Me encanta que el sombrero vaya quedando grande y se caiga a medida que se derrite la cara», contó Spielberg.

Chris Wallas fue el efectista a cargo y sobre su tarea asignada explicó: “Cuando me asignaron el efecto del derretimiento dije: ‘Bien, debe haber una manera de hacerlo, nunca había hecho nada por el estilo, tampoco conocía a nadie que lo hubiera hecho'».

Tal fue el éxito de su trabajo que después del estreno de la película, Wallas recibió muchas llamadas no solo para felicitarlo  sino para saber cómo lo había hecho. «De pronto todos querían derretir cabezas», bromeó Wallas.

“Los Cazadores del Arca perdida fue un sueño para mí. El guión había quedado mejor de lo que pensaba y la dirección de Steven lo había enriquecido muchísimo. De todas mis películas fue la que más disfruté”, George Lucas.

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