
Un grupo de artistas autoconvocados de nuestra localidad se manifestó ayer en la Plaza Ruiz de Arellano por la situación de emergencia en la que se encuentran desde el comienzo de la pandemia. En el marco de una cultura deshecha y esfumada, exigieron que se entable un diálogo, hasta este momento inexistente, con el Secretario de Cultura del Municipio, Manuel Kebdani.
Por P.G.C
El Intendente Francisco Ratto, en campaña, había admitido el crecimiento de nuestra cultura y expresiones artísticas. Ya no solo hay manifestaciones gauchescas en San Antonio de Areco, sino que un sinnúmero de lenguajes artísticos desde el teatro, la música, la danza, plástica, han superado al arte criollo, pudiendo verse reflejado en diversos contextos: malabares en el semáforo, festivales de heavy metal, intervenciones artísticas callejeras, obras de teatro no convencionales en espacios autogestionados, entre otras muchas actividades. En campaña, se había mencionado este crecimiento y para este sector se promoverían proyectos novedosos, que aunque nunca se especificaron, se esperaban materializarse con la nueva gestión.
Quizás fue producto de la pandemia y el aislamiento. Quizás nunca existieron tales proyectos. Lo cierto es que el arte y la cultura, al menos para ese conjunto de expresiones alternativas, no tuvieron – ni tienen – un lugar activo en la agenda cultural municipal.
Los músicos no pueden siquiera ensayar y, con los bares cerrados, se han transformado en una actividad sin posibilidad de trabajo. Los teatristas independientes no pueden proyectar nuevos espectáculos ya que no tienen habilitados los encuentros. Aquellas personas que animan fiestas o encuentros sociales, desde marzo ven imposibilitada su actividad; y es más que claro que la temporada alta que va de marzo a octubre se ha esfumado.
No sólo los artistas se ven desamparados, sino también todos aquellos relacionados con prestaciones para encuentros sociales, como sonidistas, fotógrafos, iluminadores entre varios otros.
Pero el arte, como forma de expresarse en la sociedad, quiere buscar alternativas a este momento excepcional. Los artistas tienen esa mirada superadora que posibilita, a través de la originalidad propia del arte, avanzar hacia terrenos novedosos e innovadores. Es una apuesta a la que vale la pena darle voz y escuchar. ¿Podrían surgir nuevos proyectos artísticos que sigan apostando al crecimiento artístico y cultural de nuestro pueblo? ¿Podrían desarrollarse novedosos emprendimientos que calmen la angustia que atraviesa a este sector?
Es un desafío sin lugar a dudas. Desafío que los artistas locales están tratando de que ocurra. En primer lugar, intentando ser escuchados por quien está a cargo de la cartera de cultura local. En segundo lugar, esperan contar con la decisión municipal de impulsar un fuerte apoyo a quienes pretenden seguir construyendo alternativas culturales.
Hoy, el sector artístico y cultural se encuentra movilizado, visibilizando su conflicto y clamando un diálogo que no parece llegar.