
En sus 100 años de existencia, la radio argentina se colmó de voces que poco a poco se metieron en el cotidiano de miles de oyentes.
Desde Minúscula entrevistamos a Fiorella Sargenti, periodista especializada en cine y cultura pop. En esta entrevista, la conductora de «Sensacional Éxito» relata pasajes de su historia, una auténtica vida de radio.
Por Sebastián Romero
Fiorella Sargenti nació en Ushuaia y creció “en la cocina de la radio”, su padre tuvo la primera licencia de FM en Tierra del Fuego, por eso no resulta extraño que sus recuerdos de infancia tengan imágenes de radio.
Mi tío era conductor y mis primos pasaban música. Recuerdo las pilas de discos, la cosa medio bohemia y a mi tío con sus papeles hablando horas de política y filosofía. Además, en mi casa siempre había una radio prendida, si no era en lo de mis abuelos con mi abuelo dando vueltas con la portátil era mi viejo con una prendida en cada sector de la casa”, cuenta la periodista.
Su niñez transcurrió entre la radio y la redacción de su propia revista. “Siempre me gustó aprender y curiosear sobre diferentes temas, escribir y tratar de contagiar eso. De chica jugaba a que tenía y editaba una revista, me la pasaba escribiendo; con birome o en una máquina de escribir para chicos que me habían regalado. Cada tanto me dejaban jugar con una de verdad en la empresa de mi abuelo y era mágico para mí”, relata.
Al consultarle si existió, como en las películas, ese momento revelador en donde decidió dedicarse al periodismo o la fue algo que llegó naturalmente, cuenta que en la secundaria empezó a tener la leve idea de que podía llegar a dedicarse a la comunicación, pero la certeza llegaría recién meses después de terminar la secundaria. “Un día leyendo una Rolling Stone, que coleccionaba desde el primer número, como La Mano, me di cuenta que yo quería hacer eso y me puse a investigar cuál era la mejor vía para aprender el oficio”, manifiesta Sargenti.
Su deseo de aprender el oficio la llevó a viajar de Ushuaia a Buenos Aires para estudiar periodismo en TEA.
– ¿Qué recordás de tu paso por TEA?
– Mis recuerdos de TEA son casi todos positivos. Terminé en 2006, así que todavía no estaba toda la carga de programa vinculada con el periodismo online. Creo que es justo lo que uno necesita, a mí me dio todas las herramientas prácticas que necesitaba. Una vez que arranqué a trabajar vi mucha diferencia entre quienes habíamos ido a una escuela de periodismo y quienes tal vez habían hecho comunicación o cualquier otra cosa. La enseñanza práctica del oficio que te da una escuela como TEA te da una ventaja muy importante, la experiencia de los profesores suma mucho, es como si no sólo salieras con el conocimiento formal de cómo hacer el trabaja, también tenés «tips» y prácticas que pueden llegar a ayudarte muchísimo.
– ¿Qué fue lo mejor de esa etapa como estudiante?
– Creo que una de las mejores cosas es tener que pasar por todos los roles para elegir cuál es el que querés perfeccionar y, para valorar el trabajo de tu equipo, ponerse en el lugar del otro.
– ¿Hay algo que te hubiera gustado que te enseñaran y aprendiste sobre la marcha?
– Era otra época. Catorce años atrás no estaba la cuestión del periodismo digital, me hubiera gustado aprender esas cosas que hoy ya obviamente dan, vinculadas con lo digital.
El primer trabajo: La Cosa
Su primer trabajo tuvo lugar en “La Cosa”, una revista dedicada al cine y a las series donde se desempeñó como redactora y posteriormente llegaría a ser editora. Sobre esa experiencia recuerda: “Fue bastante parecido a lo que hacíamos en TEA, durante unos meses fui colaboradora externa y después ya pasaba unas horas por día en la redacción. Arranqué justo cuando las redes sociales y la web empezaban a ganar peso así que fue interesante ir creciendo con toda esa ola y ese vértigo. Muchas cosas que se hacían cuando arranqué quedaron obsoletas”.
La llegada a la radio: ese momento inolvidable
Al día de hoy, Fiorella ha trabajado en más de media docena de programas radiales entre los que están: “Gente Sexy”, «Mirá de quien te burlaste» y «No vuelvas«. Además, desde 2016 integra el equipo de “Basta de Todo” conducido por Matías Martin y dos años después, junto a Luciano Banchero comenzó “Sensacional Éxito” en las noches de Radio Metro.
– La primera vez que la luz de aire se enciende y desde la pecera te hacen la seña para arrancar es inolvidable, ¿qué recuerdo tenés de ese momento?
– Tenía muchísimos nervios. Por la parte formal de la radio que hay que tener en cuenta (desde el tono y tiempo para presentar un tema hasta no pisarte, los silencios, etc) y por estar demasiado atenta a cómo me estaba presentando, qué iban a pensar los oyentes de mí, qué les iba a llegar de todo eso.
– ¿Cómo ves el periodismo actual? ¿Qué deseas para el futuro de la radio y la profesión?
– El futuro de la radio lo veo bastante negro, por lo menos en nuestro país. Se habla mucho de Clarín, La Nación, la grieta, la tele; pero se le da poco tiempo y espacio a ver las barbaridades que se hacen empresarialmente en las radios. Ramilletes de FM y AM en manos de grupos o empresarios que vienen fundiendo medios, radios vaciadas, experimentos que siempre dejan en situación de vulnerabilidad a los trabajadores, no se sabe bien a quién se le habla, marcas que huyen a lo digital. Tengo fe en el periodismo y en la profesión pero no tanto en el medio tal como está hoy. Confío en que cada vez va a haber más productos digitales o periodistas que encuentren el equilibrio entre lo económico, poder sostenerse en el tiempo, y la integridad o estilo propio (que no dependa de si los followers hoy quieren fotos de comida y mañana historias de asesinos seriales). Me encanta la idea de aprender y evolucionar, temo cuando se confunde eso con simplemente hacer lo que funciona para el algoritmo.
– ¿Qué consejo le darías a quienes quieren dar sus primeros pasos en el periodismo?
– Que no se distraigan con los falsos refuerzos positivos que hay ahora, que se formen todo lo posible, que se animen a dejar pasar temas o cuestiones si no saben o no tienen una opinión bien formada. Hoy más que nunca hay que encontrar un estilo propio y ser consecuente con eso.
Obviamente con el tiempo lo vas modelando pero el estilo propio es algo que se tiene que mantener y no transformarse en base a las estadísticas, ratings y todas esas cosas.
Ser buen periodista no es saber todo, sino saber dónde y cómo buscarlo, lo que tenemos que hacer es no dejar de aprender, de leer, de consumir y curar; eso nos va a hacer crecer y a distinguir.
– Por último, me gustaría que nos cuentes alguna anécdota, algún recuerdo inolvidable que tengas con vos de la profesión.
– Una vez fui de invitada a C5N y al salir estaba Alejandro Apo, que entraba después de mí a hablar de otra cosa, el conductor nos presenta y Apo me dijo algo así como «muy interesante lo que dijiste, ¿trabajás en gráfica vos? siempre se nota cuando uno sale de la gráfica, hay un uso distinto del lenguaje«.