Luego de cinco meses sin poder salir a trabajar, los artesanos volvieron a atender al público; esta vez, desde sus hogares. Más de 35 emprendedores se sumaron a la iniciativa gestada por Marina Massanti y Nelea Falivene, y mostraron ayer sus productos en las veredas de sus casas.
Días. Semanas. Meses. La cuarentena total se extendía cada vez más y afectaba, en mayor y menor medida, a todos los comerciantes de San Antonio de Areco. En un comienzo, el Municipio permitió la apertura al público de diferentes comercios y, el pasado fin de semana, también se sumaron los bares y restaurantes. La economía de Areco empezaba a encauzarse para algunos sectores, pero a otros los apartaba del circuito comercial. Así ocurrió con los artesanos y emprendedores, que tuvieron que buscar otra alternativa para reactivar sus economías.
Marina Massanti es artesana desde hace 20 años y comenzó a ser parte de la feria de San Antonio de Areco cuando sólo 10 personas la conformaban. Vivió nueve años en Olavarría y allí, además de vender sus artesanías en diferentes ferias, formaba parte de un programa autogestivo de emprendedores. A partir de esa idea de una economía social que incluya a todas las personas que tienen un microemprendimiento fue que surgió la propuesta del “Paseo de emprendedores”.
“El artesano si no hace feria no trabaja”, manifestó Massanti. Esta inquietud fue la que afectó emocional y económicamente a todas las personas que encontraban un sustento en las dos ferias del Río Areco. Luego de cinco meses sin poder salir a trabajar, los artesanos y emprendedores hallaron un espacio en el que pudieron mostrar sus productos y atender al público sin la necesidad de salir de sus casas.
El “Paseo de emprendedores” se realizó ayer con el objetivo de visibilizar el trabajo de todas las personas que no habían podido salir a la calle a mostrar sus productos y que notaron que su economía había quedado desamparada. El paseo contó con más de 35 puestos en diferentes puntos del pueblo y los rubros presentes variaron desde gastronomía, productos veganos y cerveza artesanal, hasta decoración para el hogar, indumentaria y cosmética.
El pueblo no está acostumbrado a este tipo de actividades y hay que seguir haciéndolo para que lo incorporen en sus vidas”, Nelea Falivene.
Además, como “prueba piloto” y en modo de excepción por el Día del Niño, abrió ayer la feria de emprendedores del río. “Después de cinco meses sin tener ingresos, volver a la feria y poder ver gente me hizo tocar el cielo con las manos”, expresó Mónica Boris, feriante del Río Areco.
Si bien tanto los emprendedores que sacaron sus puestos a la calle, como los feriantes del río expresaron que no hubo demasiado movimiento de clientela, todos finalizaron el día felices por haber vuelto a activar sus economías después de cinco meses de inactividad y ausencia del Estado.