
La pila de desechos en el predio del basural de San Antonio de Areco crece, cuando en realidad lo que debería aumentar es la cantidad de residuos secos para reciclar. La campaña puerta a puerta que planteó el Municipio a principio de año no pudo continuarse, pero planean finalizarla entre este año y el año que viene.
Por Alfonsina Carissimo
En un mundo ideal, el cartón que descarta una persona en su casa podría reutilizarse para la caja de una pizza que pedirá su vecino; el papel que tiró serviría para una libreta de papel reciclado que comprará su hijo en una librería, y el envoltorio de los fideos que consumió lo utilizará para hacer un ecoladrillo que luego será un banco de una plaza.
San Antonio de Areco está muy lejos de ser parte de un mundo ideal, pero está en vías de serlo. Actualmente hay 30 “campanas” (contenedores de colores) para que los ciudadanos depositen sus residuos secos y que éstos se reciclen. A principio de año, desde el Municipio comenzaron una campaña puerta a puerta para poder informar a cada ciudadano sobre la importancia del reciclaje y de la reutilización de sus residuos. En consecuencia del aislamiento obligatorio producto de la pandemia mundial, sólo visitaron los barrios Canuglio, Amespil y Los Horneros. El camión recolector pasa por las manzanas de las personas a las que pudieron visitar y por los 30 puntos de pueblo en los que se encuentran las campanas.

Los residuos que pueden depositarse en las campanas son:
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Papel.
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Cartón.
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Plástico.
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Botellas de vidrio.
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Latas de aluminio.
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Ecobotellas.
Florencia Memoli, abogada especializada en derecho ambiental, es la Directora de Medio Ambiente del Municipio y, desde que comenzó la gestión actual, trabaja en pos a una economía circular. Según la Fundación para la Economía Circular, esta tiene como objetivo “la producción de bienes y servicios al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía”.
La campaña de concientización se llevó a cabo para se les pueda dar otro uso a los residuos secos y para que vuelvan al circuito productivo. Si bien este proyecto quedó estancado, Memoli expresó que, entre este año y el año que viene, esperan haber visitado a cada vecino de Areco, Villa Lía, Vagues y Duggan. Además, las campanas siguen disponibles y los residuos siguen separándose.
Nosotros pensamos que cuando sacamos el residuo de casa se terminó el problema, pero en realidad, es ahí cuando empieza”, expresa Memoli.
En el predio del basural se encuentra una planta de separación y clasificación de residuos secos que luego serán vendidos. Pero claro, no todos residuos que tiramos al tacho son reciclables; la basura que no se deposita en las campanas se envía a La Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), una empresa pública que se encarga de la gestión integral de los residuos sólidos urbanos del AMBA. Por semana se realizan 10 viajes al CEAMSE con la basura de todas las casas de Areco que no separan lo seco. “Lo ideal sería que todos los residuos secos pasen por la planta y que sólo lo que no puede reciclarse vaya al CEAMSE”, manifiesta Memoli.
Lo que tiran para mí es oro, yo no lo veo como basura ni residuos sino como un recurso”, expresa Memoli.
Entonces, si los residuos reutilizables se depositan en las campanas y lo que no, se envía al CEAMSE, sólo faltaría ubicar lo orgánico. La solución que plantea la Directora de Medio Ambiente es que todos los vecinos de Areco hagan compost en sus casas. Además, Memoli plantea que si la cantidad de ciudadanos que tienen compostera y que separan sus residuos aumentara, la pila de basura disminuiría. También afirmó que, en sus proyectos pausados por la pandemia, estaba la iniciativa de hacer composteras municipales. Entonces, lo necesario para lograr la total reutilización de los residuos de San Antonio de Areco no es una sociedad ideal, sino una sociedad informada.