CINE

A cinco años del estreno de Kryptonita: cuando los superhéroes andan por Casanova

En 2015 se estrenaba "Kryptonita", film dirigido, adaptado, coproducido y coeditado por Nicanor Loreti. En una entrevista con el realizador audiovisual porteño, desgranamos esta exitosa producción de superhéroes argentos.

En 2015 se estrenaba «Kryptonita», film dirigido, adaptado, coproducido y coeditado por Nicanor Loreti. En una entrevista con el realizador audiovisual porteño, desgranamos esta exitosa producción de superhéroes argentos.

Por Sebastián Romero


Leonardo Oyola nació en 1973 en Isidro Casanova, provincia de Buenos Aires. En 2011 publicó “Kryptonita”, una novela de superhéroes que fue elegida por la editorial Eterna Cadencia como el mejor libro del año. Cuatro años más tarde, la historia de esta banda de superhéroes de Isidro Casanova se convertiría en un film que, de la mano del realizador Nicanor Loreti, llevaría al cine a 120.000 espectadores.

Nosotros ya tenemos el diario del lunes y sabemos que Juan Palomino se convirtió en “Nafta Súper” y Pablo Rago en “El Federico”, el Batman de La Matanza, que lucha contra “Corona” a quien Diego Capusotto le presta el cuerpo y el alma en la hora y media que dura la película. Ellos, junto a otra docena de personajes entre héroes y villanos se dan cita en el hospital Paroissien durante una noche que al “Tordo”, el más inesperado de los héroes anónimos, le resultará tan eterna como decisiva.

En esta nota exclusiva para Revista Minúscula, Nicanor Loreti cuenta para propios y ajenos la aventura de llevar la historia de Oyola a la gran pantalla y demostrar que incluso acá, en el fin del mundo, se puede filmar “una de superhéroes”.  

Viaje al origen

Kryptonita nace de un concepto del mundo de historietas – el de  ‘Elseworlds’ –  que me explicó Juan Sasturain. Estábamos promocionando otro libro mío – Santería y Sacrificios –  que integró la colección ‘Negro Absoluto’ dirigida por Juan.  En estos tiempos muertos, previos a las entrevistas, charlando de historietas me comentó acerca del ‘What if..?’ o ‘Elseworlds’; que es trasladar un personaje popular a otra realidad”, explica Nicanor Loreti.

Luego del éxito de “Hacé que la noche venga”, la editorial Mondadori, renovó el contrato de Oyola para que escriba un nuevo libro.Ellos quisieron saber el tema del nuevo trabajo y  “embromando” les hablé de un Superman que se criaba en La Matanza, en Isidro Casanova y me dijeron que sí. Después empecé a pensar cómo hacerlo”, cuenta el autor.

Así nació el libro que, el director Nicanor Loreti  leyó poco tiempo después del estreno de “Diablo”, su ópera prima. El texto no era el primero que leía del autor, pero cuando leyó “Kryptonita” supo que allí estaba su próxima película.


– ¿Cómo nació el proyecto Kryptonita?

– Leí la novela de Leo poco tiempo después del estreno de “Diablo”, cuando estaba filmando una serie de TV y me rompió la cabeza. Ya había leído algún otro libro suyo y leyendo este me puse a hablar con Paula (Manzone), mi mujer, le dije que “Kryptonita” podría ser mi próxima película pero pensé que seguramente alguien ya tendría los derechos; ella me contestó que no perdía nada averiguando. Entonces, le hice caso y me contacté con Leonardo para contarle mi idea.

El primer encuentro

-¿Cómo fue tu primer encuentro con el autor?

Yo ya sabía quién era Leo, además de conocer sus libros, había leído una reseña que escribió acerca de “Diablo”, mi primera película, en Rolling Stone.  La reseña era muy buena y entonces suponía que íbamos a tener afinidad. Nos juntamos a tomar una cerveza, yo fui con una remera del director Sam Peckinpah y él fue con una de “Pat Garrett y Billy The Kid” que es una película suya. Fue un flechazo instantáneo.

Charlamos durante horas acerca de cine, de literatura, de muchas cosas, de que a los dos nos gusta mucho Jim Thompson. No sólo los derechos de la novela estaban libres sino que, además, le encantó la idea de hacer una película con la historia.

Leonardo Oyola (izquierda) y Nicanor Loreti (derecha).

La adaptación: ¿Cómo hacer de la novela una película argentina posible?

Durante más de un año el guionista Camilo de Cabo y Nicanor Loreti trabajaron sobre el texto de para convertirlo en la película que se estrenó el 3 de diciembre de 2015.

Uno de los desafíos de la adaptación fue, en palabras de su director, “lograr que la novela  fuera una película argentina posible”. Como toda historia de súper héroes, había en las páginas de “Kryptonita”  líneas difíciles de adaptar. La solución encontrada fue hacer que la película sea  más dramática que de acción pero buscando que las escenas de acción fueran explosivas, lo cual es uno de los rasgos distintivos del film y con cuyo resultado, el director, quedó muy contento aún hoy, cinco años más tarde.

Además de la dupla Loreti – de Cabo, en el guión trabajaron la guionista y actriz Paula Manzone y Nicolás Britos además de Jimena Monteoliva, productora del film, quien se encargó de supervisar el trabajo y ayudar a que la película “se adapte” al presupuesto.  

El elenco: ¿Cómo formar la Liga de la Justicia argenta?

Una de las cuestiones más difíciles de resolver cuando se filma “una de superhéroes” está relacionada con el elenco, ¿cómo se encontraría a quienes les darían vida a los “héroes que están hechos de alma y pecados” que había escrito Leonardo Oyola?

No hicimos un casting – explica el director -, lo que hice fue buscar a los actores que veía que eran el personaje, llamarlos y decirles: ‘Quiero que hagas esto’. No fue una gran búsqueda estilo casting, sino más con una visión de ‘este es este, este es el otro’. Así fue cerrando el asunto”.

Las tres partes del elenco: Los que estaban, los que aparecieron al final y los que no pudieron

Algunos de los actores ya estaban en la mente del director cuando presentaron la película en el INCAA. “Sabía que (Juan) Palomino era “Nafta Súper”, que Susana Varela era “Nilda”, la enfermera, la había visto en un corto que me gustó muchísimo y sabía que era ella. Que Lautaro Delgado iba a ser Lady Di, yo le había ofrecido el papel del “Tordo”, fue el primer actor que convoqué y él me dijo que quería a Lady Di y fue Ladi Di; que Diego Cremonesi iba a ser “Ráfaga” también lo sabía y sabía que Pablo Pinto iba a ser “Cabeza de Tortuga” porque lo llamé después de ver “De martes a martes”, se lo propuse y le encantó”, cuenta Loreti

En toda película la figura del villano es tanto (o más) importante que la del héroe, porque él es quien brilla y hace brillar la figura de su antagonista. En esta historia el villano es “Corona”, el Guasón de Isidro Casanova, y fue interpretado por Diego Capussoto.

“Capussoto iba a ser “Corona” desde el principio – explica Loreti –  Cuando empecé a pensar en hacer la película automáticamente pensé que tenía que ser él».

En la historia de cada película hay siempre una “figurita difícil”, algún rol que resulta complicado cubrir. En “Kryptonita”, el protagonista más difícil de encontrar fue “El Federico”.

Dimos un montón de vueltas para encontrarlo y finalmente el que tuvo el valor de atreverse y  terminó siéndolo fue Pablo Rago – recuerda el director – . En ese momento también entró en el elenco Sebastián de Caro; lo vi como el Teniente Ranni que es nuestro Comisionado Gordon”, cuenta Loreti.

Como en toda película, hay algunos actores que por cuestiones de agenda no pudieron estar en la filmación. Loreti explica: “Al principio, cuando presentamos la película, Esteban Lamothe iba a interpretar al ‘Tordo’, finalmente ese papel fue de Diego Velázquez y Esteban hizo un Cameo”.

Algo similar sucedió con el papel de “Faisán”, iba a interpretarlo Jorge Sesán. “Como él tampoco podía hacer la película, me contacté con Nicolás Vázquez para ofrecerle el papel, tres semanas antes de empezar el rodaje y quiso hacer la película”, cuenta.

– ¿Cómo viviste el rodaje?

Con mucha intensidad. Mientras filmábamos, por más de que fuera una película de un presupuesto ajustado, nos dábamos cuenta que estaba pasando algo especial. Venían medios importantes a cubrirla; se había armado un reparto súper poderoso con Capusotto, Palomino, Diego Velázquez, Susana Varela, Lautaro Delgado, Pablo Rago y demás. Era un elenco enorme donde cualquiera de esos actores por sí solos podía sostener una película. Casi todos los días fueron de mucho disfrute, sabíamos que estaba pasando algo especial y teníamos mucha alegría. Lo recuerdo como algo muy mágico e intenso a la vez.

Algo que tampoco Leo podía creer era estar cenando con sus propios personajes. A veces decía “pellízquenme para ver que no estoy soñando”, porque eran los que escribió en la novela. Nosotros tratamos de retratarlos tal cual estaban escritos; casi todo fue muy fiel, incluyendo los diálogos.

– La película tiene escenas memorables como “el monólogo del Ráfaga” interpretado por Cremonesi o la presentación de “Corona”, el Guasón argento, de Capussoto.  Si tuvieras que elegir un momento de la película, ¿con cuál te quedarías?

– Hay muchísimos momentos. La presentación de “Corona” me parece hermosa. Además ese día fue el segundo día de rodaje y ya estaba Capussoto plantándose frente a todos los actores teniendo que meter siete páginas en un día de rodaje; el monólogo del Ráfaga también me gusta muchísimo y las escenas de acción me encantan. Ahí trabajamos con Pablo Marini que hizo mucha magia y Mariano Suárez en la cámara también pero si tuviera que decirte una te diría que la que más veo y digo ¡Qué película hicimos!, porque la hicimos entre muchas personas, es el monólogo de Lady Di cuando le habla a Nafta Súper en coma:


—Bombón: no tengo la más puta idea si me estás escuchando o no. Lo único que sé, lo único que te pido, es que no te vayas a morir, boludo. Si te llego a perder… si te llegamos a perder… Yo… Yo… Yo a tu hijo… Yo a tu hijito no le puedo decir que su papá murió, ¿me entendés? ¿Cómo mierda hago? ¿Cómo se lo cuento al Monchi? ¡Ni en pedo, Pini! ¡Ni en pedo lo hago! Así que dejate de joder. Y levantate.

Lady Di hacía grandes esfuerzos para no quebrarse.

—Dale… Levantate… No seas puto. Que tu nene te está esperando para que lo alces y le hagas el avioncito. Y lo levantes bien alto como si estuvieras haciendo pesas. Para que jueguen a que es un pájaro. O un avión. A lo que sea que son ustedes cuando vuelan juntos… Más rápidos que una bala. Más fuertes que una locomotora… Tenemos muchas cosas que hacer, Pini. Y vos acá. Torrando lo más pancho. Je. ¡Rascate el higo cuando quieras! Vamos. Arriba, bombón. Arriba.


Fue algo que Lautaro Delgado laburó mucho, le puso mucho sentimiento, mucha honestidad a la hora de actuarla y fue tan intensa que en el momento que lo hizo yo no sabía qué marcarle. Algo me dijo que esto lo tenía que dejar así y no tocarlo. Después, volví a ver la escena y cada vez que la veía más espectacular me parecía. Y me pasó de estar en el cine y escuchar a gente conmovida o llorando porque habían vivido situaciones similares y darme cuenta que era una escena mágica y que Lautaro hizo algo increíble y mi dirección fue muy simple, recuerda.

¿Cuál fue el desafío más grande que te presentó “Kryptonita”?

– Hubo varios. Uno era que sentía cierta presión de hacer la película de esa novela tan emblemática, pero la verdad es que al segundo o tercer día de filmación nos dimos cuenta que iba a funcionar y eso nos dio cierta paz.

Había que meter la película en cinco semanas con escenas de acción en las cuales se pelean un montón de personajes al mismo tiempo y se tiene que entender todo lo que pasa. Hay momentos bastante épicos, de mucha postproducción.

Por otra parte estaba el tema presupuestario, tuvimos que filmar toda la película de noche con muy pocas horas extras,  y el desafío era cómo lograr que la magia de los diálogos de Leo,  la historia y esos personajes trascendiera el hecho de que era una película de bajo presupuesto y creo que entre todos lo logramos. Estuvo bastante bien pensada, Jimena Monteoliva, la productora, fue muy de fierro; soportó el estrés y la presión de tener que hacer una película de muy muy  bajo presupuesto en muchas cosas comparando con las películas yanquis que son de millones de dólares y la nuestra salió alrededor de 200.000.


Loreti y Oyola: dos de los que se animaron, como los pájaros y los ángeles, a volar

Hay muchas cosas en el relato de “Kryptonita” que vuelven épica la historia. La película de superhéroes argenta que nació en las páginas de una novela escrita por Leonardo Oyola, como todas las que valen la pena, no se acaba cuando la película termina, sino que se muda al interior de los espectadores y se queda con ellos para siempre. 

Acerca de los recuerdos que perduran en su memoria y que jamás morirán, Loreti admite: “Anécdotas tengo varias, pero dos me marcaron muchísimo. Una fue en el festival de Mar del Plata antes de la primera proyección de la película. Se habían agotado las entradas para ver la función de prensa, habían venido tantos espectadores, no de prensa, que estaba quedando mucha gente afuera; había gente quejándose que querían verla así que abrieron al mismo tiempo la sala de al lado y pasamos la película en simultáneo en dos salas. Ese día antes de presentarla con Leo nos dimos un abrazo con una mínima lágrima cada uno y nos dimos cuenta en ese abrazo que se estaba terminando el viaje, que la película se estaba estrenando ahí en Mar del Plata y que iba a pasar algo especial«.

«La otra fue cuando me tomé el micro para ir a Mar del Plata – continúa el director – . Ese día salía el tráiler de la película, me tome el micro y empecé a ver las reproducciones que tenía el tráiler: 100, 200, 300, 400… En un largo tramo del viaje no tuve señal y después cuando llegué a Mar del Plata me volvió la señal y vi que ya había tenido 300.000 reproducciones algo increíble; ahí me agarró el vértigo de ‘con esto va a pasar algo’ que finalmente pasó».

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