Una actriz se prepara. Vestuario listo. Texto aprendido, todo está allí: el público, la puesta y de repente aparece la pregunta “¿no están cansados de obedecer?”. Ella nos pregunta y se pregunta. Se escucha – acaso por primera vez – y decide, mejor dicho, elige hacer algo drástico, formular otra pregunta: ¿quién quiere seguir viviendo así?
“Si salís con vida” es el primer unipersonal de Karina Hernández. Con dirección de Sebastián Suñé y dramaturgia de Flavia Company, la obra llegará al escenario de NüN Teatro Bar el próximo lunes. Días antes del estreno charlamos con su protagonista para conocer los secretos de la obra.
– Sin spoilers, ¿de qué se trata la obra?
– ¡Qué difícil sin spoilers! “Si salís con vida” habla de una actriz que viene a interpretar una obra y decide no seguir adelante con la función, y que empieza a plantearse muchas de las cosas por las que está en ese lugar. Es una actriz que se cansa, que está harta de situaciones y decide salir a manifestarse y dar vuelta la tortilla.
“El personaje no tiene nombre. Su construcción fue muy de a poco. Es una obra que va y viene todo el tiempo. Con Sebastián Suñé y Luciana Becerra, fuimos desmenuzando el texto y tratando de encontrarle todos los matices a esta actriz que se va construyendo en la historia”,
detalla Hernández.
– ¿Cómo fue tu encuentro con el texto?
– Me voló la cabeza, lloré cuando la terminé de leer. Me emocionó mucho verme haciendo este texto y me dio mucho vértigo porque es el primer unipersonal que hago.
Acerca de su sensación posterior a la primera lectura, la actriz contó: “Me dio vértigo pero me emocionó mucho el texto. Lo que cuenta, lo que dice; la manera preciosa en que lo escribió Flavia Company; lo incendiario que es el texto me conmueve. Fue muy movilizante mi primera lectura”.
– ¿Qué representa para vos estrenar tu primer unipersonal en NüN?
– Vértigo, emoción, energía, susto, terror… Me conmueve estrenar en mi casa una obra que me moviliza tanto, que me desafía absoluta y totalmente como actriz y como persona. Es muy conmovedor estrenar este unipersonal.
– ¿Cómo fue trabajar junto al director?
– Espectacular. Sebastián es mi amigo, nos conocemos hace muchísimos años. Es la cuarta obra que hacemos juntos. Nos tenemos mucha confianza, no me hubiese tirado a la pileta si no conociese tanto a mi director. Porque de verdad es mucho riesgo. El texto es precioso y difícil, pero hermoso. Estoy acostumbrada a laburar en equipo y mirar para el costado y tener alguien con quien actuar, y acá estoy sola. Necesitaba tener del otro lado gente que conociera y que me hicieran saber que con una mirada todo va a estar bien. Sebas es esa persona y Luciana Becerra también. Es muy placentero trabajar con ellos y armar esta locura. Nuestro equipo técnico y el equipo artístico que armamos son soñados.
– ¿Cómo transitaste el proceso de ensayos?
– Durante el proceso de ensayos fui absolutamente ciclotímica. Al arrancar, puro disfrute y felicidad. Pero al seguir pasé por estados de angustia y miedo, con los que sigo. Soy una persona totalmente desequilibrada en este momento porque estrenamos en unos días; pero tengo mucha alegría, hay mucho disfrute en volver a jugar. A veces el teatro es hermoso, se vuelve un poco un trabajo, digo, es un trabajo, pero se vuelve como “esta es la obra y hay que hacer este texto”, “esta es la puesta y fin”; acá nos permitimos jugar mucho y fuimos de atrás para adelante y de adelante para atrás.
– ¿Hay cábalas antes del estreno?
– En principio trataré de dejarme ese día libre. Levantarme, desayunar y salir un rato. Al mediodía, aunque hagan 45 grados, comer ravioles. Es una cábala que le robé al señor Claudio Tolcachir. Después tengo algunos rituales que me ayudan a calmarme en el camino a la función.
– ¿Qué representa “Si salís con vida” para vos?
– Para mí la obra es una bisagra en mi rol de actriz. Siento que es una de las obras que me marca algo de mi camino. Me guardo miles de frases, una es: “¿Para qué queremos seguir viviendo acá?”, que me resuena en la cabeza, me da vueltas y me parece hermosa. Y Lo Bombita Darín de la obra, lo incendiaria que es me interpela y me emociona.
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Minúscula 
Hermosa nota, llena de mucho sentimiento. Y obvio con muchas ganas de ir a ver la obra
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