El stealthing es un fenómeno que se da cuando una persona, durante un acto sexual consentido, retira el preservativo sin la aprobación de su pareja sexual. Esta práctica despertó muchas preocupaciones tanto al colectivo feminista como a la justicia y también al ámbito de la salud mental y biológica.
En el ámbito de la salud se ve a esta práctica como un ataque a la integridad sexual porque se encuentra relacionado con dos temores bien definidos: a los embarazos no deseados y a las infecciones de transmisión sexual. Pero también se vive como una violación a la autonomía de los cuerpos, al consentimiento otorgado al inicio de la relación sexual y a la dignidad personal.
Si la autonomía corporal se define como el derecho al autogobierno sobre el propio cuerpo sin influencia externa o coacción de tercera persona, entonces el stealthing es una violación a ese autogobierno; es una violación por definición.
Naim Darrechi, influencer y tiktoker español de 19 años, con más de 7.1 millones de seguidores en Instagram, hace un par de semanas realizó un vivo con “Mostopapi”, otro influencer tiktoker, en el que juntos empezaron a relevar tips de sus prácticas sexuales.
Darrechi expresó públicamente – y con risas de por medio – que él utiliza ciertas frases para poder sacarse el profiláctico y tener relaciones sin protección. Algunas de ellas como “es que se me baja”; “no me gusta con forro” y “quiero sentirte más”. Pero cuando la mujer no accede, él se saca el profiláctico sin consentimiento y eyacula dentro de la mujer; también sin su consentimiento.
Esto empezó a revolucionar las redes sociales no solo por la práctica violenta y sin consentimiento que realiza este personaje de influencia, sino también por la burla a esas mujeres y por incitar a sus seguidores a hacer esto para tener prácticas sexuales sin preservativo.
El consentimiento es un acuerdo que se da entre las dos personas en cada momento del hecho sexual. Alguien que esté bajo los efectos del alcohol o de las drogas no está óptima para dar su consentimiento. De hecho, este consentimiento puede ser revocado en pleno acto sexual cuando una de las partes hace algo que la otra parte no quiere. Por eso, el stealthing es una violación a ese consentimiento sexual ya que la mujer no sabe que su pareja se sacó el profiláctico.
A raíz de los dichos de Darrechi, muchas mujeres empezaron a hablar y a contar sus historias, jamás imaginaron que esto era algo común entre todas y mucho menos que tenía un nombre. Sentían vergüenza y desvalorización de su propia persona, no sabían que hacer, cómo hablarlo ni con quien.
Existen diversos casos de stealthing alrededor de todo el mundo en los que la justicia falló a favor de la víctima, como en Alemania, Australia y España. Sin embargo, otros se disolvieron y no se culpó al acusado, como lo fue el caso de Julian Assange, en Suecia.
Es muy importante entender que el acto sexual se puede parar en cualquier momento del hecho cuando una no se sienta cómoda con lo que está pasando; que el “sí” inicial no es inamovible, simplemente fue un sí al inicio y se puede revocar siempre. No podemos tener más culpa por hacer valer nuestras emociones y sentimientos. Actualmente, hay muchos grupos de mujeres en los que se arma comunidad, contención y fuerza para entender que un NO es un NO y es nuestro derecho decirlo. La persona que viole nuestro NO es un violador.
Quitarse el preservativo sin consentimiento es violación.
Pedir que paren y que no lo hagan es violación.
Penetrar analmente sin consentimiento es violación.
Eyacular adentro sin consentimiento es violación.
Aprovecharse de un estado de ebriedad o de consumo de alguna droga es violación.
No entender el NO es violación.
Entonces… ¿En qué te convierte hacer algo sin consentimiento? En un violador.
Es importante llamar a las cosas por su nombre y no minimizarlas ya que si minimizamos el acto, desvalorizamos la emoción de la víctima y a la víctima en sí. Es hora de visibilizar los micro y macro machismos de la sociedad para que no pase nunca más. No es NO y no hay excusa que valga.