Una propuesta que intenta encontrar la felicidad desde la pureza y la ilusión, con texto de Jorge Accame.
“Elegí Venecia porque cuenta la historia de los sueños personales e individuales que, cuando se comparten, se transforman en colectivos. Y si todos tiran para el mismo lado, seguramente este se cumpla”, abre Marcela Rodriguez Blanco, directora de la obra.
En Jujuy existe un menguado prostíbulo llevado adelante por “La Gringa”, una madama vieja y ciega con un sueño de amor latente que la acompaña desde su juventud: viajar a Venecia.
Tres verborrágicas y guasonas prostitutas trabajan para ella. Este trío de atropelladas trabajadoras sexuales no tiene un mango partido al medio y tampoco orientación geográfica, pero sí unos corazones empáticos dispuestos a cumplir el sueño de la jefa.
¿En qué país queda Venecia?, ¿cómo se llega hasta ahí?, ¿qué idioma se habla en ese lugar? La falta de herramientas las lleva a activar el mejor combustible: el poder de la unión a favor de los sueños de otro.
La creatividad las sumerge en un socarrón y burlesco viaje. Para ellas, imaginario. Para La Gringa, tan real como mágico. Y no lo encaran solas, a la cruzada solidaria se suma un dicharachero jovencito que es cliente del prostíbulo.
Casi palpando los límites del realismo mágico, Venecia combina la comedia y el neogrotesco argento para regalar una experiencia abundada en humor dialogal, susurrando invitaciones a la reflexión.
“Creo firmemente que, desde el humor, podemos decir y poner en escena pensamientos y creencias muy profundas”,
Marcela Rodriguez Blanco.
El guión es simple, divertido y humano, condimentos que lo convierten en fácil de interpretar mientras transcurre el progreso de la colorida narrativa. Además, está muy alineado con la construcción de los personajes, una manada de queribles catrascas.
Venecia es una historia de amor multi vincular: de las prostitutas hacia La Gringa; del cliente hacia las chicas; de La Gringa hacia Giaccomo, su novio de la juventud y por quien nace el sueño del viaje.
La propuesta hecha luz sobre lo amigueros y cercanos que somos los argentinos, exponiendo todo lo que somos capaces de hacer por aquellos que nos necesitan para cumplir sus sueños.
“De la mano del humor se puede hablar de todo y lo más satisfactorio es que, con él, uno trasciende la ficción para mostrarnos tal cual somos”, agrega Marcela.
La escenografía muta entre las espacios de oscuridad que invitan a la reflexión de la escena anterior y, junto al sonido e iluminación, componen un rústico entorno. Plástico, amaderado, “atado con alambre”; fiel al empobrecido contexto prostibulario local del interior.
Suma la directora: “Siempre me interesa poner en escena obras de teatro argentino de calidad, porque creo que nos representa y es una manera de defender nuestra cultura nacional, a la que nunca podrán matar”.
Venecia sube al espectador a una góndola veneciana imaginaria y, en un paseo teatral, lo lleva a reflexionar que para lograr objetivos enormes, debe rodearse de personas que también lo están intentando.
La obra se presenta en Paraje Artesón (Estado de Palestina 919 – CABA) todos los domingos de junio a las 20 y las entradas están a la venta en Alternativa Teatral o en boletería.
Ficha técnica
Obra: Venecia
Dirección: Marcela Rodriguez Blanco
Elenco: Zuly Pungitore, María de los Ángeles Gianotti, Vanesa Rodriguez Saenz, Maria Belen Chiesa, Facundo Windenguer, Matias Augusto Silvero Conde Holgado.
Teatro: Paraje Artesón
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Minúscula 
Excelente crítica. Diego supo subirse al viaje hacia Venecia , comprender y lo más valioso compartir las emociones de éstos personajes tan bien delineados por Accame en su historia, plena de solidaridad y de sueños.
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