¿Cómo llegamos acá? El Día Internacional de los Derechos Humanos; de la Restauración de la Democracia; del Trabajo Social; y el primer aniversario de Javier Milei en la presidencia de la nación. Hoy analizaremos la cronología de una sociedad que busca respuestas.
Por Alfonsina Carissimo y Joy Cruceño
1948 – La Declaración Universal de los Derechos Humanos y el inicio de una lucha colectiva
Cada 10 de diciembre se conmemora a nivel internacional el Día de los Derechos Humanos. Se eligió esta fecha en conmemoración a la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, un día como hoy de 1948.
Cuando hablamos de declaraciones internacionales debemos comprender la importancia de su creación e implementación en los territorios. La DUDH estableció, por primera vez, que los derechos humanos fundamentales debían protegerse en el mundo entero. Se trató del puntapié inicial para la conquista de derechos por parte de las sociedades.
Existen más de setenta tratados internacionales que hacen referencia en sus preámbulos a la DUDH. Se trata de la base de toda ley internacional de derechos humanos. Fue el acuerdo que marcó un antes un después en materia de derechos: declaró que los derechos humanos son universales, indivisibles e independientes. Conocé tus derechos acá.
Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de derechos humanos? Los derechos humanos son normas que reconocen y protegen la dignidad de todos los seres humanos. Es deber de cada estado protegerlos y garantizarlos. Ahora, ¿qué pasa cuando los derechos humanos son violados?
Los derechos económicos, culturales y sociales de un individuo pueden ser violados por diversos medios. Las violaciones se producen cuando un Estado incumple sus obligaciones de respetar, proteger y cumplir estos derechos. A continuación se enlistan algunos ejemplos que Naciones Unidas destaca:
- Desahuciar por la fuerza a las personas de sus hogares (derecho a una vivienda adecuada)
- Contaminar el agua, por ejemplo, con desechos procedentes de instalaciones del Estado (derecho a la salud)
- No garantizar un ingreso mínimo suficiente para vivir decentemente (derecho al trabajo)
- No evitar el hambre en todas las zonas y comunidades del país (vivir libre del hambre)
- Impedir el acceso a información y servicios relativos a la salud sexual y reproductiva (derecho a la salud)
- Segregar sistemáticamente a los niños con discapacidad de las escuelas ordinarias (derecho a la educación)
¿Cuántos derechos humanos son vulnerados en Palestina? ¿Las personas en situación de calle acaso no son humanos? ¿Dónde está su derecho a la vivienda? ¿Dónde está el derecho a la comida del millón de niños que van a dormir todos los días sin cenar en Argentina? ¿Y el derecho a la educación de los que no están escolarizados?
1983 – Restauración de la Democracia, restauración de nuestros derechos
Tenemos memoria. Es por eso que si hablamos de derechos humanos hablamos de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Hablamos de las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo. Hablamos de H.I.J.O.S., y de los 30.400 detenidos-desaparecidos en la que fue la época más sangrienta y aberrante de la historia de nuestro país.
En un contexto de un fuerte deterioro de los derechos humanos en la sociedad argentina, con la restauración de la democracia en 1983 se dibujó un nuevo panorama social en el país. El 10 de diciembre de 1983 Raúl Alfonsín asumió la presidencia de la Nación. Él mismo había sido miembro fundador de la APDH, una organización que se encargó de denunciar las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar y de luchar para la restitución de los derechos de la sociedad.
“Incluso dentro del periodo de la dictadura, la actividad de derechos humanos rebasó los límites más inmediatos de la defensa contra las violaciones más aberrantes, para abrir otros frentes de protección de la vida, la dignidad humana y la convivencia social, sin la cual los derechos y garantías individuales carecen de sustento y de posibilidad de efectividad”,
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).
5 días después de haber asumido como presidente, Alfonsín creó la CONADEP con el fin de investigar las desapariciones forzadas y el secuestro de personas cometidos en la dictadura. El grupo de científicos, investigadores y trabajadores de la cultura que llevaron adelante este trabajo de memoria colectiva dio origen al informe «Nunca Más», publicado por primera vez en 1984.
El «Nunca Más» es nuestra declaración nacional por los derechos humanos. Es el recordatorio de la lucha de los compañeros detenidos-desaparecidos que aún hoy sigue sin conocerse su paradero. El «Nunca Más» es la firma de una sociedad, es el símbolo que nos recuerda el camino del horror, al que no hay que regresar. Nunca más.
«Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Unicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado», reza el prólogo del informe «Nunca Más», por Ernesto Sábato.
¿Cómo fue posible que ocurriera esto? ¿Quién dejó que esto pase? ¿Dónde están los desaparecidos? ¿Dónde están los centenares de bebés nacidos en cautiverio? ¿Por qué no abren los archivos?
2012 – Día del Trabajo Social, la profesión que lucha por la dignidad y los derechos humanos
Les trabajadores sociales son actores clave para la construcción de soluciones que buscan mejorar las diferentes problemáticas que enfrenta la ciudadanía. Su importante labor está presente en todas las etapas de acción, desde la prevención hasta la asistencia directa, desde la planificación hasta la promoción de los programas, recursos y medidas.
La conmemoración de les trabajadores sociales, en un principio, era el 2 de julio pero en 2012 se instauró el cambio de fecha haciendo referencia al Día Internacional de los Derechos Humanos. El Trabajo Social es la disciplina que busca la promoción de los derechos de las minorías excluídas, en búsqueda de la igualdad de todos los sujetos sociales.
“Los DD.HH. son inseparables de la teoría, los valores, la ética y la práctica del Trabajo Social. La defensa y fomento de los derechos que responden a las necesidades humanas encarnan la justificación y la motivación de la práctica del Trabajo Social”,
Los Derechos Humanos. Compromiso Ético del T. Social.
De acuerdo con la Federación Internacional de Trabajadores Sociales, los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el Trabajo Social. En solidaridad con los que están en situación desfavorecida, la profesión lucha por mitigar la pobreza, liberar a los vulnerables y oprimidos, y promover la inclusión y la cohesión social.
¿Quién vela por los derechos de los niños abusados; de las víctimas de la trata de personas; de las mujeres que se ven forzadas a explotar su cuerpo por el sistema capitalista opresor; de las personas privadas de su libertad; de las mujeres violentadas; de las personas con discapacidad que deben enfrentar barreras físicas y sociales; de las comunidades excluídas, marginadas y estigmatizadas?
2024 – Primer aniversario de la presidencia de Javier Milei: ¿Derechos? ¿Humanos?
Como cada gobierno electo después del retorno de la democracia en 1983, el actual presidente, Javier Milei, asumió su cargo un día como hoy pero hace un año.
La concordancia con la conmemoración centrada en los derechos humanos nos llena de interrogantes respecto a las decisiones políticas y expresiones mediáticas que ha realizado este gobierno durante su primer año de mandato.
El cierre del INADI y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, el veto al presupuesto universitario, el desfinanciamiento a los medicamentos para los jubilados y la prohibición y censura a Télam, entre otras situaciones de violencia a los comunicadores y periodistas, son algunas de las acciones puestas en ejecución de este gobierno. Además, de destacar el mensaje negacionista y relativista sobre la última dictadura militar, los genocidas y los desaparecidos por parte de Milei, Villarruel y otros funcionarios en ejercicio.
Los derechos humanos no son sólo una declaración ni un ideal: es la base para construir sociedades más justas e inclusivas. Por eso, ignorar y atacar estos principios no solo perjudica nuestra convivencia en sociedad, sino que también amenaza con irrumpir sobre los avances democráticos.
Resulta sumamente necesario rechazar los discursos de odio, el negacionismo y la violencia mediática y simbólica, porque alimentan el resentimiento y la fragmentación social. Este peligro no radica solo en las palabras, sino en las consecuencias tangibles que estas generan: más exclusión, más violencia y más vulneración de derechos.
Hoy, más que nunca, es necesario reivindicar el compromiso colectivo de cuidar nuestra democracia, protegiendo las conquistas sociales y políticas que garantizan la igualdad. El desafío está en manos de todos recordando siempre que los derechos humanos no son negociables, son universales.
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