GÉNERO Y FEMINISMOS

Día Internacional de la Memoria Transgénero: recordamos a las mayores referentes trans argentinas

El Día Internacional de la Memoria Transgénero nació en 1998 por Gwendolyn Ann Smith, una mujer trans, activista, columnista y diseñadora gráfica, como homenaje a Rita Hester, una mujer trans afroamericana asesinada el 28 de noviembre de ese año en Massachusetts.

La indignación por la cobertura insensible de los medios de comunicación y la falta de respuestas del sistema judicial motivó una vigilia que reunió a unas 250 personas. Este evento marcó el inicio del proyecto “Remembering Our Dead”, destinado a visibilizar la violencia sistemática que enfrenta la comunidad trans.


¿Quiénes son las mayores referentes trans argentinas y cuáles fueron sus mayores logros?

Lohana Berkins

Ella fue una activista travesti pionera en la lucha por los derechos y la identidad de género en Argentina. En 1994, fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT), organización que presidió hasta su fallecimiento, y fue una de las principales impulsoras de la Ley 3.062, aprobada en 2009, que establece en su artículo 1 como objeto garantizar el cumplimiento del derecho a ser diferente. 

Su trayectoria marcó numerosos hitos: se convirtió en la primera travesti en ocupar un cargo estatal como asesora de la legisladora porteña Diana Maffía, enfocándose en temáticas como derechos humanos o los derechos de las mujeres, infancias y adolescencias. Además, fue candidata a diputada nacional, demostrando su compromiso político con la igualdad. 

En 2008, lideró la creación de la Cooperativa Textil Nadia Echazú, una iniciativa de inclusión laboral para personas travestis y trans, y, dos años después, formó parte del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, que reunió a más de quince organizaciones y fue clave para la sanción de la Ley de Identidad de Género a nivel nacional en 2012.


Amancay Diana Sacayán

Diana fue una destacada activista por los derechos humanos y una figura clave en la lucha por el reconocimiento y la inclusión social del colectivo travesti y transgénero en el pais y en América Latina.

Fundó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L.) y desempeñó un papel fundamental en el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género durante el debate público que culminó con la sanción de la Ley 26.743

El 2 de julio de 2012, marcó un hito al convertirse en la primera mujer trans argentina en recibir un documento nacional de identidad que reconocía su género autopercibido.

Su mayor logro fue promover la sanción de la Ley de Cupo Laboral Trans que establece que el sector público debe ocupar, en una proporción no inferior al uno por ciento (1 %) de la totalidad de su personal, a personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo y establecer reservas de puestos de trabajo a ser exclusivamente ocupados por ellas, con el fin de promover la igualdad real de oportunidades en el empleo público.

El 11 de octubre de 2015, fue brutalmente asesinada. Tres años después, el Tribunal Oral Criminal N° 4 de la Ciudad de Buenos Aires condenó a su asesino en un fallo histórico que calificó su crimen como un acto de odio por identidad de género, aplicando por primera vez el inciso 4 del artículo 80 del Código Penal de Argentina. Este precedente marcó un avance significativo en el reconocimiento de los derechos de la comunidad travesti y trans en el país.


Mariela Muñoz

Ella fue una figura emblemática en la lucha por los derechos de las personas trans y una defensora incansable de la infancia en situación de vulnerabilidad en Argentina. 

Aunque nació en el norte del país, pasó gran parte de su vida en Quilmes, provincia de Buenos Aires, donde se dedicó a cuidar de niños, adolescentes y madres solteras, brindando un hogar a menores abandonados o confiados por mujeres en situación de extrema dificultad. 

En 1981, viajó a Chile para someterse a una cirugía de reasignación de género, un paso significativo en su afirmación personal. Sin embargo, en 1993 enfrentó un conflicto legal cuando un juez de Quilmes le retiró la custodia de tres niños que había criado y registrado como suyos, lo que derivó en una condena de un año de prisión en suspenso. Este caso generó un amplio debate público sobre los derechos parentales de las personas trans, visibilizando la discriminación estructural que enfrentaba esta comunidad.

En 1997, Mariela marcó un hito histórico al convertirse en la primera mujer trans reconocida oficialmente por el Estado Argentino. Con el respaldo del INADI, logró cambiar su nombre y género en su documento de identidad, tras un dictamen psicológico que confirmó que su identidad femenina era consistente desde la infancia. Este reconocimiento se otorgó mucho antes de la sanción de la Ley de Identidad de Género en 2012, convirtiéndose en un precedente clave para los derechos de las personas trans en el país.

En 2002, el INADI la declaró «Mujer del Año«, destacando su incansable labor social y su contribución a la igualdad. Además, en el marco de este reconocimiento, la justicia le otorgó la tenencia legal de algunos de los niños que había criado. 

El legado de Mariela Muñoz, Lohana Berkins y Diana Sacayán trasciende el tiempo y se entrelaza como parte fundamental de la lucha por los derechos del colectivo travesti-trans en Argentina. Cada una, desde su lugar, marcó hitos que no sólo transformaron sus propias vidas, sino también la historia de nuestro país. Honrar sus memorias es mantener viva su lucha, que sigue inspirando y movilizando a nuevas generaciones en la búsqueda de igualdad y respeto.


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