Cada 16 de octubre se celebra a nivel mundial el Día de la Alimentación. En esta nota se intentará analizar la relación que existe entre la alimentación, la imagen corporal, la belleza hegemónica y nuestra salud mental.
¿Cómo se relaciona nuestra alimentación con nuestra salud mental?
¿Alguna vez escuchaste que nuestro intestino es nuestro segundo cerebro? En el documental de Netflix “Descifra tu salud: Los secretos del intestino”, la directora canadiense Anjali Nayar explora esta premisa.
La relación entre nuestra alimentación y nuestra salud mental es muy significativa, sin embargo es muchas veces dejada de lado. En el documental de Nayar se expone la relación entre el intestino y el cerebro. El intestino desempeña un papel crucial en la producción de neurotransmisores y sustancias químicas que afectan nuestro estado de ánimo, el sueño y la digestión, lo que hace visible la importancia de cuidar nuestra salud intestinal para nuestro bienestar mental y emocional.
Además, según el Instituto Nacional de la Salud (NHI), compuestos bioactivos presentes en los alimentos como el triptófano, L-teanina y antioxidantes, mejoran el estado de ánimo y disminuyen la presencia de los episodios de estrés, ansiedad, depresión.
Para intentar comprender la relación entre nuestra alimentación y nuestra salud mental, desde Revista Minúscula hablamos con Victoria Ballvé, Health Coach en Hábitos Saludables y Nutrición Holística, creadora de Sercircular.
Según Victoria, es necesario que pensemos en nuestra salud de una forma holística, de manera integral. No solo por el impacto de nuestro hábitos alimenticios en nuestra salud mental, sino también a la inversa, porque nuestras elecciones alimenticias muchas veces también se ven influenciadas por nuestras emociones.
“Todos somos uno. Nuestras emociones, pensamientos y creencias van a impactar en nuestra salud física. Debemos entender que nuestra salud no sólo es nuestro cuerpo físico. Sino que también lo es nuestro cuerpo emocional, espiritual y nuestras relaciones”, afirma Ballvé.
La medicina occidental se fue especializando a lo largo del tiempo. Esto hizo que existan profesionales especializados en áreas concretas de nuestro cuerpo, dejando de lado los demás sectores. En especial, los que tienen que ver con nuestra salud mental. Sobre esto, Victoria manifiesta: “La alimentación atraviesa todas las áreas: lo social, la salud física, nuestro descanso, nuestra energía, nuestras emociones”.
Si hablamos de alimentación, hablamos de TCA
Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos graves que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria. La persona afectada muestra una fuerte preocupación en relación al peso, la imagen corporal y la alimentación, entre otros. Debido a estas alteraciones alimentarias, se pueden desencadenar enfermedades físicas importantes y, en casos extremos, pueden llegar a provocar la muerte (siendo las causas más frecuentes el suicidio o la desnutrición).
Las estadísticas en nuestro país son alarmantes. Según datos del Centro especializado en la prevención, investigación y tratamiento de bulimia, anorexia y sobrepeso (BACE), en la Argentina entre el 12% y el 15% de los adolescentes padecen de anorexia o bulimia nerviosa, siendo el 90% de los afectados mujeres y el 10% varones.
Si bien los trastornos alimenticios tienen muchas causas, el factor social resulta clave para comprenderlos. Con respecto a la incidencia de la crisis adolescente en la aparición de estos trastornos, la enfermedad se inicia al comienzo de la adolescencia temprana, con la búsqueda de delgadez y con el objeto de controlar el crecimiento del cuerpo sexuado, que más tarde conduce a un terror a la obesidad. La presión social para adelgazar, las redes sociales, la necesidad de ser aceptado y la preocupación por un ideal estético delgado asociado al éxito social, familiar y profesional podrían ser factores que explicaran la mayor vulnerabilidad fisiológica a presentar un TCA de las mujeres jóvenes.
¿Alguna vez escuchaste el término «Fat Talk»? Este concepto hace referencia a los comentarios, actitudes y críticas que refuerzan los ideales de delgadez como sinónimo de belleza. Tal vez el término inglés no interpele igual que algunos ejemplos como: «¡Qué linda estás! Te veo más flaca» o «¿Todo esto vas a comer? ¿Estás segura?».
Según la Ley Nacional 26.396 de Trastornos Alimenticios, la publicidad y los diseñadores de moda no deben utilizar la extrema delgadez como símbolo de salud y belleza. Además deben ofrecer una imagen más plural de los jóvenes, en especial de las mujeres.
Los estereotipos que supimos construir
La mercantilización de los cuerpos es una realidad que nos atraviesa de manera histórica. Las empresas compiten por ellos a diario y en escalas mayúsculas. La línea trazada entre nuestros cuerpos y el capital ya no existe. En la actualidad, nuestros cuerpos son capital.
Esto puede verse muy claramente en la lógica bajo la cual trabajan las redes sociales. Hoy los auspiciantes son los que mantienen en pie a las redes. Ellos pagan por el tiempo que ocupan las personas mirando anuncios. Es decir, pagan para quedarse con nuestro tiempo. Pagan para mirarnos, escucharnos, interpelarnos.
Desde los talles de las prendas que compramos, hasta las modelos de las marcas que consumimos, nuestra vida entera se ve interpelda por estereotipos «a seguir». Muy pocas son las veces que los cuerpos no hegemónicos son representados en la sociedad. Ni las películas, ni las series, ni los medios, ni las redes sociales se ocupan de visibilizarlos.
¿Por qué existen los filtros para usar en las fotos que publicamos? ¿Por qué el color rosa se relaciona con «lo femenino»? ¿Por qué los asientos de los aviones no se adaptan a todos los cuerpos? ¿Por qué no se cumple la ley de talles en nuestro país?
En el libro “En brazos de la mujer fetiche” de Lucía Etxebarria y Sonia Núñez Puente, las autoras exponen: “Los cuerpos tratan de adaptarse a los deseos. En una sociedad de ganadores, lo imperfecto se aborrece. Sólo se admiten los cuerpos perfectos, y la perfección se define según ciertos cánones muy determinados, cánones que definen lo que es femenino y lo que es masculino según nuestra sociedad, y que descartan a los cuerpos que no se adaptan”.
El impacto de las presiones socio-culturales en la imagen corporal
A través de investigaciones federales, Bellamente – la fundación creada por Candela Yatche – visibilizó en números las problemáticas relacionadas a la imagen corporal. El trabajo fue hecho en cooperación con el equipo de investigación de UBACyT de la Facultad de Psicología. Más de 25.000 personas participaron como muestra en el desarrollo de tres estudios en el año 2020.
El estudio arrojó que:
- 8 de cada 10 mujeres se sienten insatisfechas con su imagen corporal.
- El 49% tienen un alto grado de internalización del ideal de delgadez.
- El 76% afirma escuchar frecuentemente frases relacionadas al miedo a engordar.
- El 76% escucha frecuentemente comentarios que relacionan la belleza con el bajo peso.

¿Por qué no hay que «llegar al verano”?
La delgadez forma parte del estereotipo de belleza hegemónica que aceptamos nosotros mismos como sociedad. Lo que debemos entender es que los estereotipos no son más que una construcción social. Y que somos nosotros los que diariamente los reproducimos.
Las dietas inalcanzables, los entrenamientos exhaustivos, las cirugías estéticas excesivas son el claro ejemplo de cómo la presión social se ve ejercida sobre nuestros cuerpos.
“Año a año, cuando va llegando el verano, ponerse a dieta es un maltrato para el propio cuerpo y hacia uno mismo. Debemos entender que para estar bien no hay que sufrir. Para estar bien no hay que dejar de comer. El alimentarse debería ser un hecho de disfrute”, Victoria Ballve.
Te recomendamos cinco cuentas de Instagram para que busques si te interesa seguir reflexionando sobre estos temas:
- AnyBody Argentina, la principal impulsora de la Ley de Talles.
- Cuestionarte, una cuenta de Instagram que lleva adelante Julieta Fantini, psicoanalista con perspectiva de género.
- Celeste Iannelli, influencer.
- Fat Pandora, blogger e influencer, y creadora del podcast “Somos Talla Única”.
- Ana Harff, fotógrafa y estudiante de antropología.
Además, no te pierdas el episodio «La autopercepción del cuerpo» de nuestro podcast «Algo Para Decir» en el que indagamos sobre el estereotipo de belleza que tenemos como sociedad.
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