entrevista teatro

«Lo Normal»: una obra para aprender que lo único normal es tener una historia

CamilaMarisol Irigoyen – tiene 24 años, es introvertida, le gusta leer y lleva siempre un grabador cerca para guardar sus pensamientos y las frases que se le ocurren. Es hija de Mercedes Raquel Ameri – y FernandoDiego Castro – una pareja que podríamos definir como 50% sobreprotección y 50% querer ser compinche de su hija.

Cami tiene una discapacidad motriz y desde hace tiempo Mercedes le insiste hasta el hartazgo con la idea de que asista a un centro de día. Una mañana ella acepta ir, no tiene tantas ganas pero el deseo de no escuchar más a su mamá taladrando su cabeza puede más. A ese centro de día asiste FlorenciaMaia Etchichury -. Ella es extrovertida, no tiene filtro para hablar, dice todo lo que piensa, y aunque claramente es muy distinta a Camila, su encuentro será determinante.

Flor es la amiga que Cami no esperaba pero que necesita. Sus charlas le abrirán las puertas de un mundo fuera de los límites del país de mamá y papá. ¿O no es acaso la amistad la llave para descubrir quiénes somos?

“Lo Normal” es una invitación a interpelarnos. Nos propone reírnos de nosotros mismos y reflexionar acerca del modelo capacitista de sociedad que enseña que lo normal es que las Personas con Discapacidad sean solamente mártires o angelitos inspiradores y nos oculta que en realidad lo único normal es tener una historia.

Para conocer más acerca de esta historia y seguir reflexionando acerca del concepto de lo normal, desde Minúscula, charlamos con Malena Ratner autora y directora de esta historia que sube a escena los lunes a las 20 en el Teatro El Picadero hasta fin de octubre.


Una historia que nació en pandemia: el origen del texto

Durante el 2020, mientras el mundo debatía el concepto de «la nueva normalidad», Malena Ratner empezó a materializar un proyecto pendiente: escribir una obra que hablara de discapacidad.


«Yo tengo una hermana con discapacidad, siempre fue un tema que me interpeló pero me daba cuenta al ver obras y películas que trataban el tema de la discapacidad , que siempre lo hacían desde la óptica de un varón. Me puse a investigar y no encontré historias de mujeres con discapacidad. No encontré obras escritas entonces me puse a escribir una«,

cuenta Malena.

La primera escena que escribió es la de dos amigas hablando de masturbación y sexualidad. «Investigando y viendo documentales sobre la temática me sorprendió mucho que la sexualidad no era un tema asociado a la discapacidad», detalla y agrega: «Me pasó de verlo en mi propia familia, con mi propia hermana. Uno sin querer no asocia la discapacidad con la sexualidad o al menos no se charla de esos temas en conjunto».


El equipo responsable de «Lo Normal»

En la ficha técnica de la obra, el nombre de Malena está junto al de Francisco Ruíz Barlett en los roles de autor y director. La incorporación de Ruiz Barlett al proyecto en palabras de Malena se dio así: «Como nunca había escrito nada en mi vida quise buscar a alguien que me ayude a ordenarme y a darle un marco al texto. También a la hora de dirigir, iba a ser mi primera vez. Había visto varias cosas de Fran que me gustaron mucho así que le dije de tomar un café. Cuando nos juntamos le conté la idea y le leí un par de escenas que tenía escritas y le encantó. Fue super compañero a la hora de escribir, fue algo súper lindo que llevó como un año y medio de trabajo».

Uno de los grandes aciertos de la obra es haberle dado lugar a actrices con la misma discapacidad que los personajes que interpretan sobre el escenario. Esto, aunque parezca una obviedad resulta un punto alto en la dramaturgia y la puesta en marcha de la obra en un mundo donde la generalidad dicta convocar a actores o actrices que interpreten la discapacidad simplemente como un rasgo más del personaje. Sobre esta elección de intérpretes Malena afirma que eso estuvo decididísimo desde el principio.

«Yo veo que las Personas con Discapacidad no son contratadas, les cuesta conseguir laburo, les cuesta salir a la calle, usar los medios de transporte público, nada en nuestra sociedad está muy adaptado realmente. Aunque pensemos que sí, que vamos mejorando, la verdad es que en cuanto a discapacidad estamos bastante atrasados realmente. Sobre todo en la inclusión real. No es sólo ayudar a subir la rampa. Para mí los personajes si o sí los tenían que hacer actrices con discapacidad porque yo espero que ojalá así sea el futuro«, afirma.


«Nadie se imagina que en una serie como la de Cris Miró, el papel principal sea interpretado por una actriz que no fuera una mujer trans. Acá yo creo que es lo mismo, lo que pasa es que todavía no hicimos ese click, los personajes con discapacidad deberían ser interpretados por actrices o actores con la misma discapacidad»,

Malena Ratner.

Autores y directores junto al elenco de «Lo Normal». De izquierda a derecha: Malena Ratner, Diego Castro, Raquel Ameri, José Giménez Zapiola (el purre), Francisco Ruiz Barlett, Marisol Irigoyen y Maia Etchichury 

Sobre el proceso de casting y ensayos, Malena recuerda que no fueron experiencias fáciles de llevar a cabo: «La convocatoria fue difícil. Al principio había pocas personas, después terminaron viniendo más pero, aunque aclaramos que buscábamos Personas con Discapacidad Motriz, recibimos un montón de formularios personas sin discapacidad. Hay algo del actor o la actriz que de repente piensa que si interpretás un personaje con discapacidad te pone en otro lugar, como si fuera un desafío de interpretación, cuando en verdad es la realidad de otra persona».

Respecto a los ensayos, la autora recuerda: «Cuando elegimos a las chicas que iban a hacer los personajes, ensayar tuvo dificultades. Fue imposible conseguir una sala de ensayos. Por suerte teníamos el Kairós que es un teatro súper adaptado en cuanto a baños, a entrada, todo, pero fue imposible conseguir una sala de ensayos que no tenga un escalón, o que tenga un baño adaptado. Las chicas para llegar a ensayar a veces tardaban dos horas en poder viajar porque no había un colectivo que frene y baje la rampa para que puedan subir. Es parte de lo que viven día a día«.


– ¿Cómo vivís el paso de un teatro como el Método Kairós a El Picadero?

Estoy super agradecida con la gente del Picadero y con Sebastián Blutrach. Para mí es increíble estar ahí con una obra con un mensaje como el de «Lo Normal» y con dos actrices que arman revuelo a nivel edilicio que nos hagan sentir parte, que quieran que estemos ahí es muy lindo. Les hicimos una rampa para que las chicas puedan subir al escenario, armamos un espacio en primera fila para que sea adaptado para el público que venga en silla de ruedas a ver la obra.

Durante todo ese movimiento que tuvimos que hacer, el equipo del teatro estuvo muy predispuesto a hacerlo. «Lo Normal» para mí, a nivel personal, significa un montón por mi familia; pero lo que más me llevo de esta obra es el equipo, todos los actores son buenísimos pero quiero que a la obra le vaya bien y que la gente venga para verlas a ellas dos.


– ¿Tuviste charlas con Marisol y Maia respecto a su visión del texto?

– Sí. Ellas fueron súper necesarias para terminar el texto y la obra. Cuando quedaron las actrices que iban a ser Cami y Flor les mandé el texto y les dije: «Yo quiero que sepan que todo va a ser adaptado a ustedes y desde ya que quiero que me digan todo. Lo que les parezca bien, lo que les parezca mal, lo que les parezca un montón. Todo«.

Porque más allá de que yo escriba desde haber vivido con una hermana con discapacidad, yo no tengo la discapacidad entonces para mí la opinión de ellas era súper valiosa. También lo consulté con Rosario, otra Persona con Discapacidad que vive en Córdoba y que tiene unos escritos muy bellos. Le mandé el guión y charlamos un montón, vino ver la obra. Saber que desde su lado estaba todo bien, a mí me tranquilizó un montón y obvio me puso super contenta.


«Las chicas intervinieron un montón el texto de la obra. El texto de manos libres donde habla de un tipo de masturbación sin manos, lo escribió una de las chicas y lo sumamos a la obra porque me pareció increíble«,

Malena Ratner.

– ¿Qué sentís con esta experiencia de ocupar este doble rol de autora y directora? ¿Cuál de los dos te representa el mayor desafío?

Yo creo que el de dirección fue el más difícil. Si bien fue producir, dirigir y escribir al mismo tiempo, agradezco haberme rodeado de grandes aliados como Fran Ruiz Barlett, Cami Osa, Brigitte Torres y todo el equipo del Kairós. Aprendí mucho de todos, soy como una esponja que trata de aprehender todo y también dar lo mejor para que los actores y las actrices se sientan cómodos.

Creo que también al hecho de haber tenido una primera temporada en el Kairós y ahora estar en el Picadero y que además Fran este año haya podido estar en los ensayos significó un fortalecimiento del elenco. El nivel de intuición y creatividad que tienen en escena es inmenso. Es un grupo muy lindo y creo que se ve reflejado en la obra.


Desde el lugar de espectadora, ¿Cuál es el momento que más disfrutás de la obra?

– Por ahora yo no puedo disfrutar la obra. Es algo que estoy aprendiendo como directora desde este nuevo rol. A disfrutar, a soltar. Porque yo estoy acostumbrada a estar arriba del escenario y resolver; a que si pasa algo lo resolvés, y ahora ya está. Una vez que se estrenó tenés que soltar, yo no puedo hacer nada al respecto de lo que pase en función. Eso me re cuesta por suerte las escenas de ellas tienen tantos momentos de risa que hacen que el público distienda y yo distiendo también. Yo disfruto todo, pero me cuesta. Sigo aprendiendo a soltar la obra para poder disfrutarla.

– ¿Cómo vivís la devolución del público?

– Muy bien, muy contenta. Me acuerdo una imagen del día del estreno. Cuando terminó la función, el público aplaudió cuando salían y se quedó para saludar a todos los actores para decir lo que les había parecido. Yo creo que lo más fuerte de la obra es que tiene un mensaje y que hace reír. Me encanta que la gente se va de la obra con preguntas y reflexiones pero también se va con risas, que no es un golpe bajo. Eso me parece lo más lindo, que la gente sale de la función hablado de una manera positiva y que se vaya a su casa preguntándose cosas y sea motivo de charla con los amigos y la familia. Eso me parece espectacular.


¿Cómo surgió la frase «Lo único normal es tener una historia»?

– Cuando terminé de escribir la primera escena donde se encuentran Cami y Flor, supe que la obra se iba a llamar «Lo Normal». Charlando mucho con Laura Waisman, que es una psicóloga especialista en discapacidad, teníamos la idea de hacer realidad el podcast que el personaje de Cami tiene en la obra, pero por ahora quedó en verémos, y pensando en el slogan de la obra salió esa frase. A las dos nos encantó esto de que cada uno tiene su historia y que lo normal es eso. Después cada uno escribirá su historia, irá para donde quiera ir, pero es lo único que tenemos en común todos.


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