GÉNERO Y FEMINISMOS

#3J: A ocho años del primer #NiUnaMenos

Como cada 3 de junio desde el 2015, miles de mujeres salen a las calles a reclamar por justicia y por el Ni Una Menos. Este 2023 se cumplen ocho años de la primera movilización masiva en el país a causa de los femicidios y la violencia de género. Ocho años de gritar basta a la violencia machista para siempre. 


UN POCO DE HISTORIA

El femicidio de Chiara Páez, ocurrido en mayo del 2015 en la localidad de Ruffino, provincia de Santa Fe, fue la gota que rebalsó el vaso.  Chiara tenía 14 años y estaba embarazada de 3 meses cuando fue brutalmente asesinada a golpes por su novio de 16 años, Manuel Mansilla.  La encontraron días después a su desaparición enterrada en el patio trasero de la casa de los abuelos del joven, quien habría confesado su crimen.

A raíz del mediático caso, la periodista Marcela Ojeda publicó en Twitter:  “Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales…  Mujeres, todas, bah, ¿no vamos a levantar la voz? NO ESTÁN MATANDO”, hilo que convocó a todas las mujeres (y disidencias) a concentrarse en las calles para decir basta.

Ese fue el tuit que cambió la historia. Fue, sin querer queriendo, el puntapié para mover las aguas y activar una nueva (y quinta) ola feminista. Una ola que convoca e interpela a todas. Una ola que reclama en las calles y moviliza con el único objetivo de erradicar las violencias machistas.  


ALGUNOS HITOS Y DATOS DESTACADOS

Sin dudas, las políticas públicas son uno de los principales ejes para evitar la problematica de la violencia de género aunque estas no exisitirían sin la acción del movimiento feminista.

A finales del año 2012 mediante la Ley 26.791 se reformó el Art. 80 del Código Penal incorporando una condición de agravio al homicidio cometido por un hombre hacia una mujer mediante violencia de género. De esta forma se incorporó en la agenda política el concepto de femicidio para definir y nombrar los asesinatos de mujeres por su condición de género.

En 2015, y como respuesta al primer 3 de junio, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación creó la Unidad de Registro, Sistematización y Seguimiento de Femicidios y Crímenes agravados por el Género. A su vez, la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación creó el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, el primer registro oficial de femicidios a los 6 años de la sanción de la ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.

Sin embargo, a pesar de los avances obtenidos a partir de la lucha en contra de la violencia, la pobreza y las desigualdades que sufren las mujeres y las diversidades en Argentina, los casos no disminuyeron. Desde el Observatorio Ahora Que Si Nos Ven se registraron, en estos 8 años, un total de 2257 femicidios. ¿Qué significa esto? Que desde el 3 de junio del 2015 hasta el 25 de mayo de este año, en promedio en Argentina se comete un femicidio cada 31 horas.

Otra consecuencia preocupante a razón de estas violencias es la cantidad de casos en los que niñas, niños y adolescentes pierden a sus madres como víctimas de femicidio. En estos 8 años desde el primer Ni Una Menos las cifras ascienden al menos a un total de 1932 víctimas menores de edad, dentro de las cuales el 15% de los femicidios vinculados (total 229) tienen que ver con niños, niñas y adolescentes.

Por otro lado, estos datos no solo revelan los índices de violencia física extrema hacia las mujeres sino que también la violencia institucional y la vulnerabilidad de sus derechos en situaciones de riesgo ya que el porcentaje de mujeres asesinadas que tenían denuncias previas oscila entre el 14% y el 22%; y el porcentaje de víctimas que tenían medidas de protección entre el 6,4% y el 13%

La violencia contra las mujeres es una violación grave de los derechos humanos y su impacto, sea inmediato o no, incluye múltiples consecuencias. Nuestra lucha (la lucha feminista) continúa y no parará hasta que no falte ninguna. La deuda sigue siendo con nosotras y por nuestra memoria.

Desde Minúscula manifestamos, gritamos y exigimos, hoy más que nunca: #NiUnaMenos.


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